El pasado viernes se llevó a cabo una pelea trascendental en Noruega.
En la misma, un campeó֘n mundial welter invicto, reconocido tanto por el CMB como la OMB, la AMB y la FIB, que estaba haciendo su vigésima defensa titular, peleó con un rival que era un campeón junior welter del CMB que venía subiendo de peso, y tenía tres defensas en las 140 libras luego de haber hecho 12 defensas como campeón ligero.
¿Qué usted no se enterٕٕó?
Pues no se preocupe, porque se trataba de una pelea de boxeo femenino y estamos básicamente en el mismo bote.
Aunque no me enorgullece decirlo, nunca me ha entusiasmado mucho el boxeo femenino, tal vez por razones que van desde aspectos sicológicos hasta sexuales. Es decir, reconozco que siempre han habido peleadoras de mucho talento, como las boricuas Amanda y Cindy Serrano, pero, por alguna razón, una cara femenina amoratada y sangrante tiende resultarme poco gratificante.

Por suerte, la pelea del viernes por la noche, que se celebrٕó en Bergen, Noruega, enfrentó a dos campeonas de grandes méritos boxísticos y que no peleaban “a lo puro macho”, como dicen por ahí.
La retadora lo era la argentina de 32 años Erica Anabella Farías (24-1 y 10 nocauts), quien tuvo 12 defensas como campeona del peso ligero, todas en su patria, antes de perder el cetro en abril de 2014 ante la belga Delfine Persoon.
Siete meses después, sin embargo, conquistó el cetro súper ligero del CMB y ahora estaba subiendo a las 147 libras después de hacer tres defensas, incluyendo una en Dinamarca ante la invicta Klara Svensson.
La misma Klara, de paso, cayó por decisión en febrero de este año, en Oslo, Noruega, ante Cecilia Braekhus, en la última defensa de la campeona welter de 35 años que en la noche del viernes, con marca de 30-0 y ocho nocauts, defendía por vigésima vez su corona en Bergen, Noruega, su ciudad local, ante la argentina Farías.

 
Considerada la mejor boxeadora del mundo ‘libra por libra’, Cecilia nació en Barranquilla, Colombia y fue adoptada por un matrimonio noruego cuando tenía dos años, destacándose primero como campeona de ‘kickboxing’ antes de brillar en el boxeo, donde es apenas la tercera persona -hombre o mujer- en poseer el reconocimiento de los cuatro organismos principales, y la primera desde que Bernard Hopkins y Jermain Taylor lo lograran a mediados de los 2000.
En buena medida gracias a sus ejecutorias, el gobierno noruego levantó en 2013 la prohibición de 32 años contra el boxeo profesional, pero no fue sino hasta 2014 que Cecilia, quien también es modelo, pudo pelear por primera vez en su país.
Y el viernes por la noche, luego de que Michael Buffer hiciera las presentaciones, la boxeadora conocida como ‘La primera dama del boxeo’, en la cuarta pelea que hacía en Noruega, superó con creces a Farías, la que consideraba la rival más peligrosa de su carrera, para derrotarla por amplia decisión unánime (99-91, 99-91 y 98-92).

 
Fue una de las peleas más esperadas del boxeo femenino mundial y contó con el respaldo de más de 15,000 fanáticos al confirmarse como la campeona más dominante del boxeo actual, hombre o mujer, contando con el respaldo de más de 15,000 fanáticos.
Para el resto del mundo, sin embargo, fue como si nada hubiera pasado.

El autor formó parte de la redacción deportiva de El Nuevo Día de 1981 a 2008 y es el autor de San-Tito, sobre la carrera de Tito Trinidad. Acaba de publicar su primera novela, El último kamikaze, ganadora del Premio Nacional de Novela del Instituto de Cultura Puertorriqueña.
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