El jueves pasado, Juan ‘Yomi’ Orengo viajó a Nueva Jersey casi convencido de que su larga campaña a favor de llevar a Manny Rodríguez al estrellato había llegado a su punto culminante: para ese día, al mediodía, en las oficinas de la Federación Internacional de Boxeo (FIB) en la ciudad de Springfield, estaba señalada la subasta de la pelea eliminatoria del peso gallo entre el veterano dos veces excampeón mundial argentino, Omar Narváez, y Manny, el prodigioso prospecto que posee marca de 15-0 y 10 nocauts.
“Yo hasta tenía una fecha separada en Puerto Rico para esa pelea: el 10 de diciembre”, dijo Orengo, promotor de Rodríguez, “porque mi interés era traerla para acá”.
Antes de la subasta, incluso, cuando los representantes de Narváez, el veteranísimo (41 años) excampeón mosca y supermosca de la OMB, ofrecieron $22,500 para que Manny fuera a pelear a Argentina, Orengo, quien iba en sociedad con la Warrior’s Boxing de Florida, entonces ofreció $25,000 para que Narváez peleara en Puerto Rico.
“Cuando seguimos hablando y ellos siguieron aumentando la oferta”, dijo, “me di cuenta de que para ellos la pelea tenía que ser en Argentina, así que nos fuimos a la subasta”.

Allí la sorpresa fue mayor: La K.O. International, representando a Narváez, ganó con una oferta de $126,101, mientras que la propuesta por la Warrior’s fue de $57,500.
“Esa es una cantidad increíble”, comentó Orengo. “Nadie en el peso gallo se gana ese dinero, y mucho menos por una eliminatoria”.
“Ni Narváez se acercaba a ganarse eso cuando era campeón”.
De hecho, a Narváez, clasificado tercero por la FIB en las 118 libras, le tocaría el 60% de ese total, o $75,661, mientras que la bolsa de Manny sería de $50,440.
Ahora la empresa ganadora tiene 90 días para anunciar la fecha del combate, que debe celebrarse antes del 27 de enero.
Y Orengo lleva par de días analizando la situación y consultando con su gente para tomar una decisión: ¿deja pasar esta oportunidad, o enfila hacia otro organismo?

 
Una victoria sobre el argentino podría llevar a Manny directamente a una pelea obligatoria con el campeón británico Lee Haskins por el cetro de la FIB, pero, aunque está clasificado por los otros organismos, allí para Manny el panorama es menos claro.
“Manny está tercero en el CMB y puede ir por el título vacante si el campeón (Shinsuke Yamanaka) sube de división, como se está diciendo”, dijo Orengo. “Pero… ¿si sigue tomándose su tiempo y no sube?”
“Manny lo que quiere es ser campeón mundial”, dijo, “y no hay duda de que está listo. Es un peleador de 24 años que ya está maduro, después de una carrera larguísima como aficionado, y los planes que tenemos con él son tremendos”.
“Tiene cuerpo para ser campeón en cuatro o cinco divisiones y convertirse en una gran atracción en Puerto Rico”.
Además, una vez se corone, es que entra en vigor su contrato con el poderoso promotor Al Haymon, quien cuenta con los recursos necesarios para mover su carrera por las más altas esferas boxísticas.
“Manny me dijo que a Narváez se lo gana donde sea, y que no solo se lo gana, sino que lo noquea”, dijo Orengo.
Ahora que Jim Pagán no está trabajando con él, los entrenadores del peleador vegabajeños son los veteranos Alex ‘Cano’ Matos y Víctor ‘Cano’ Ortiz, quienes lo preparan en el coliseo Pedro Rodríguez Gayá, de Cataño, y ambos le recomendaron al manejador que no dejara pasar la oportunidad.

 
Aunque tiene un récord de 46-2-2 y 24 nocauts y amasó 15 defensas como campeón mosca y otras tres como monarca supermosca, muchos piensan que el zurdo Narváez ha sido uno de los campeones más protegidos de la historia. Para empezar, solo ha hecho siete peleas fuera de Argentina, y fue en estas que sufrió su único empate y sus derrotas ante Nonito Donaire (al buscar en Nueva York el cetro gallo del CMB y la OMB en 2011) y en Japón ante Naoya Inoue cuando este lo noqueó en dos asaltos en 2014, en una defensa del título supermosca del CMB.
Pero Orengo no cree que la vehemencia de llevarse la pelea a Argentina sea necesariamente una estrategia para proteger a Narváez frente al boricua que fue medallista de oro como peso mosca en las primeras Olimpiadas Mundiales Juveniles, celebradas en 2010 en Singapur.
“Yo estoy seguro de que Narváez ni sabe quién es Manny”, dijo, “pero hasta me parece posible que él haya puesto el dinero para que la pelea se celebre en su país”.
“Y estoy seguro de que la pelea sería este año: a los 41 años, Narváez no va a seguir esperando”.
¿Qué hacer?
Orengo, quien admitió que apenas ha podido comer después de la subasta, planeaba seguir consultando con su gente durante el fin de semana para anunciarle entonces a la FIB una decisión final este lunes, cuando está convencido que sabrá también la fecha del combate.

El autor formó parte de la redacción deportiva de El Nuevo Día de 1981 a 2008 y es el autor de San-Tito, sobre la carrera de Tito Trinidad. Acaba de publicar su primera novela, El último kamikaze, ganadora del Premio Nacional de Novela del Instituto de Cultura Puertorriqueña.
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