Titubeo boxístico con las sustancias prohibidas
Resulta curioso que en una época en la que a pesar de que la mayoría de los deportes grandes están implementando con gran ahínco sus políticas antidrogas, el boxeo sigue con sus titubeos. Y esto resulta especialmente lastimoso porque los principales organismos boxísticos se pasan la vida anunciando campañas para erradicar el uso de drogas y hasta organizan con bombos y platillos atractivas carteleras benéficas al estilo del “KO a las drogas’ de la AMB.
Como quiera que sea, pese a todos estos esfuerzos y todas estas campañas, tal parece que no pasa una sola semana sin que se notifique que algún otro peleador dio positivo a alguna prueba de drogas.
En abril, por ejemplo, se informó que el veterano campeón alemán, Felix Sturm, dio positivo al esteroide anabólico estanozolol luego de su victoria de febrero sobre Fedor Chudinov para conquistar el cetro supermediano de la AMB, y corre ahora el peligro de ser despojado de la corona.
El mes antes, se anunció que el peso completo australiano Lucas Browne había dado positivo a otra sustancia prohibida, clenbuterol, luego del combate en el cual conquistó el cetro de la AMB ante Ruslan Chagaev. Luego de que la segunda muestra también resultara positiva, la AMB, un organismo presidido ahora por Gilberto Jesús Mendoza, hijo del anterior presidente del organismo, procedió a despojarlo del campeonato, aplicándole además una suspensión de seis meses.
Entretanto, el CMB, presidido por Mauricio Sulaimán, también hijo del pasado mandatario de la organización, había promocionado en 2015 una ambiciosa campaña para limpiar de drogas el boxeo como parte de una especie de alianza con la AMB.
Pero el CMB no ha seguido el mismo ritmo últimamente.
Primero surgió el anuncio de que el mexicano Francisco ‘Bandido’ Vargas, el campeón súperpluma que tiene previsto exponer el cetro ante su compatriota Orlando ‘Siri’ Salido el 4 de junio, había dado positivo en una prueba preventiva al mismo Clenbuterol que le costó el título a Browne.
De inmediato, apoyado por su promotor, Oscar de la Hoya, Vargas argumentó que probablemente había adquirido la sustancia por haber comido carne en México, país donde al parecer la utilizan los productores de ganado. Y el CMB, aduciendo que se trataba de una prueba voluntaria, le dio el beneficio de la duda al peleador al mantener en pie tanto su título como su defensa titular.
Poco después, sin embargo, se anunció que el ruso Alexander Povetkin había dado positivo a Meldonium, la misma sustancia prohibida que recientemente le costó una suspensión a la tenista María Sharapova, y que, por consiguiente, no se celebraría la defensa obligatoria del cetro pesado del CMB que tenía ante él Deontay Wilder en un choque señalado para ayer sábado 21 de mayo en Moscú.
Sin embargo, en vez de cancelar automáticamente el pleito, el CMB volvió a dejar un mal sabor al anunciar que el mismo había sido ‘pospuesto’, provocando que el promotor de Wilder, Lou DiBella, reaccionara de inmediato: “¿Cómo que pospuesto? ¡Cancelado!”
Y Wilder, a quien le correspondía una bolsa garantizada de $4.5 millones, a base de los $7.1 que, para ganar la subasta, ofreció el promotor ruso Andrey Ryabinsky, profundizó aún más el dilema que ahora encara el CMB al afirmar que radicará una demanda si no le pagan la totalidad de su bolsa.
En días recientes, sin embargo, han comenzado a aflorar indicios de que, al igual que hizo en el caso de Bandido Vargas, el CMB podría darle el beneficio de la duda a Povetkin, quien, como era de esperarse, también presentó una excusa plausible para explicar su positivo: de acuerdo al promotor de Povetkin, los rastros de Meldonium hallados en la prueba de su peleador datan de cuando él la usó por última vez el año pasado, antes de que fuera colocada en la lista de sustancias prohibidas.
El problema, según algunos comentaristas, es que, antes del último positivo, en otras pruebas anteriores tomadas a Povetkin no habían aparec ido la sustancia, cuando lo lógico hubiese sido que esta apareciese incluso con mayor contundencia.
En fin, todo este uso de paños tibios de parte del CMB frente a los positivos en las pruebas de drogas parece estar minándole la paciencia a más de uno.
“Si todavía queda un poco de justicia en el boxeo”, escribió en un ‘tuit’ el excampeón Paul Malignaggi, comentarista de Showtime -la estación que iba a presentar el pleito-, la pelea va a ser cancelada, no pospuesta. Y a Povetkin deben sacarlo de su posición como retador mandatorio”.
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El autor formó parte de la redacción deportiva de El Nuevo Día de 1981 a 2008 y es el autor de San-Tito, sobre la carrera de Tito Trinidad.
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