Boxeo a la marinara
Algo que está comenzando a encolerizarme casi tanto como la crisis fiscal es la creciente tendencia que tienen algunos boxeadores para eludir a otros peleadores.
El caso clásico ahora, naturalmente, es el de Canelo Alvarez, quien el 7 de mayo estará defendiendo su título mediano del CMB -versión de las 155 libras- frente al otrora campeón junior welter Amir Khan, en una pelea en la que es muy probable que estará subiendo al ring pesando más de 180 libras.
A fin de cuentas, eso fue lo que hizo en noviembre pasado, cuando derrotó cerradamente a Miguel Cotto para apoderarse del cetro mediano, luego de comprometerse a enfrentarse al eterno campeֶón interino Gennady Golovkin en su próximo compromiso.
Luego, naturalmente, el CMB le concedió una dispensa para que se entretuviera un poco con Khan, pero en vez de estar aprovechando la promoción para este combate con tal de poner a salivar a la fanaticada boxística con la perspectiva de otra súper pelea a la vuelta de la esquina, ahora Canelo y su promotor, Oscar de la Hoya, están volviendo a bailar un zapateado alrededor del kazajo Golovkin. Quien, de paso, este sábado de seguro no le insufló nuevos aires de valentía a su rival potencial al despechingar en menos de dos asaltos al hasta entonces invicto Dominic Wade para mejorar su marca a 35-0 con 32 nocauts, los últimos 22 en línea. ּ
¿Qué es lo que dijo Canelo en una conferencia reciente?
“Sí, quiero pelear con Golovkin, pero no sé todavía cuándo”. Y lo dijo poco después de acusar a este de ser un “negociante” más que un boxeador, por su engorroso empeño en ganarse unos cuantos millones a expensas suyas.
Y De la Hoya, citado por ESPN.com, agregó: “Como promotor es una pelea que quiero ver como todos en el mundo, pero quiero asegurarme de que ese vaya a ser verdaderamente el evento más grande de la historia del boxeo”. Entonces dijo que quiere “marinar” la pelea un poco más, lo que provoca que uno comente: diablos, Golovkin tiene ya 34 años y está reinando como campeón mundial desde 2010.
Claro, cuando uno deja marinando algo por demasiado tiempo se corre el riesgo de que se le ahogue y luego haya que echarlo a la basura.
Pero no son solo Canelo y De la Hoya quienes están jugando este juego -y no me digan que lo mismo hizo Cotto, puesto que recuerdo que desde un primer momento el boricua advirtió que él no era un verdadero peso mediano, mientras que Canelo es casi un semicompleto.
Pero Andre Ward, el otrora campeón súper mediano, regresó a la actividad el mes pasado apuntándose un amplio triunfo por decisión sobre el cubano Sullivan Barrera, el primer clasificado por la FIB en las 175 libras.
Supuestamente iba a usar ese triunfo de trampolín para una atractiva reyerta con el equivalente de Golovkin en los semicompletos: Sergey Kovalev, el campeón de la FIB, la AMB y la OMB que tiene marca de 29-0-1 y 26 nocauts.
Pero Ward ahora parece haberlo pensado mejor, decidiendo que a Kovalev, de 33 años y cuatro como campeón, tampoco le vendría mal marinarse por algún tiempo más. Así que el pobre ruso se encamina ahora a defender sus títulos en Rusia el 11 de mayo ante el portentoso Isaac Chilemba.
En fin, hace poco -el 6 de abril- se conmemoró el 29no aniversario de la pelea en la que Sugar Ray Leonard sorprendió a buena parte del mundo occidental al arrebatarle el título mundial del peso mediano a Marvin Hagler, un sujeto que llevaba más de ocho años paseándose con la corona e infundía hasta mٞs temor entre sus súbditos que el Golovkin de nuestros tiempos.
Y Leonard se zumbó hacia esa pelea a pesar de que nunca había peleado por encima de las 150 libras y llevaba tres años en el retiro, luego de que se le descubriera un desprendimiento de retina. Si hubiera sido otro, la estuviera marinando todavía.
El autor formó parte de la redacción deportiva de El Nuevo Día de 1981 a 2008 y es el autor de San-Tito, sobre la carrera de Tito Trinidad.
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