No es la primera vez que José ‘Sniper’ Pedraza y Félix ‘Diamante’ Verdejo, reconocidos -tanto dentro como fuera de Puerto Rico- como dos de los mejores peleadores jóvenes de la Isla, por casualidades de la vida han peleado en la misma noche.
De hecho, cuando Pedraza (22-0 y 12) retuvo su cetro junior ligero de la FIB el sábado al derrotar en el Foxwoods de Mashantucket, Connecticut, al británico Stephen Smith, su primer retador; y Verdejo (21-0 y 14) a su vez superó por decisión unánime al mexicano José Luis ‘La Boa’ Rodríguez en el coliseo Roberto Clemente, fue la cuarta vez que sus carreras, que han seguido vuelos tan diferentes, han tocado tierra momentáneamente al mismo tiempo.

Pedraza ataca a Stephen Smith.
La primera fue el 22 de marzo de 2014, cuando Verdejo, quien actualmente tiene 22 años y comenzó su carrera profesional en diciembre de 2012 luego de asistir a las Olimpiadas de Londres, noqueó en tres asaltos a Juan ‘Chago’ Santiago, de Denver, en el Coliseo Roger L. Mendoza de Caguas en su undécimo combate como profesional.
Esa misma noche, Pedraza, quien tiene ahora 26 años y debutó en febrero de 2011, superó por decisión en 2 asaltos al mexicano Alberto Garza en su combate número 16.
Entonces, el 7 de junio de 2014 ambos tomaron parte de la cartelera del Madison Square Garden que fue estelarizada por el choque entre Miguel Cotto y Sergio ‘Maravilla’ Martínez: allí Verdejo noqueó en el primero al mexicano Engelberto Valenzuela mientras que Pedraza también despachó en el episodio inicial al azteca Arturo Uruzquieta.

 
El 15 de junio del año pasado, entretanto, cuando Pedraza estaba conquistando el cetro mundial vacante de la FIB al derrotar por decisión al ruso Andrey Klimov (entonces 19-1 y nueve nocauts) en Alabama, Verdejo regresaba al Garden para vencer por la vía judicial al prospecto texano de ascendencia mexicana, Iván Nájera (entonces 16-0 y ocho).
Hasta entonces, si se quiere, ambos habían obtenido logros paralelos, aunque Pedraza, seguramente por su mayor edad y por haber iniciado su carrera antes, había escalado primero al campeonato mundial.
Sin embargo, tras la pelea con Nájera se indicó que Verdejo había vuelto a lastimarse la mano izquierda, lesión que, según se dijo entonces, había sufrido dos peleas antes.

 
Fue operado de la mano ese mismo mes. A partir de entonces ha hecho tres peleas, ganando las dos últimas -incluyendo la de este sábado- en combates que ha dominado claramente, pero, para muchos observadores, sin exhibir los destellos de espectacularidad que antes habían llevado a que se le considerara uno de los grandes prospectos del mundo, seleccionado en su momento como el prospecto número uno por Dan Rafael, de ESPN.com.
Entretanto, Pedraza, un peleador tal vez menos espectacular pero de gran calidad y solidez técnica, se repuso de una actuación relativamente deslucida en su primera defensa ante el veterano Edner Cherry en octubre pasado, cuando debió superar varios aprietos en la segunda mitad del combate, y este sábado ofreció una gran demostración ante otro rival de primera: natural de Liverpool, Smith, de 30 años, es hermano mayor del campeón junior mediano de la OMB, Liam Smith, habiendo sido a su vez un pasado campeón británico de las 126 y 130 libras.

Verdejo después de su victoria sabatina.

Frente a Pedraza, de hecho, Smith, quien tenía marca de 23-1 y 13 nocauts, peleó con gran determinación y eficacia, a menudo robándole el ataque al boricua con su velocidad de manos, entradas y salidas y efectivos ganchos de izquierda al cuerpo y la cabeza.
Después de ocho asaltos, de hecho, la transmisión de Showtime tenía la pelea pareja 4-4.
Pero en el noveno la cosa cambió cuando Pedraza lo derribó con un derechazo y luego pareció ponerlo al borde del nocaut, y aunque Smith volvió a tener momentos de lucidez en los asaltos finales, la decisión nunca más pareci٠ estar en duda.
Luego de estremecer a su retador nuevamente en el asalto final, Pedraza fue declarado vencedor por 116-111, 116-111 y 117-110 ante Smith, recibiendo a su vez los constantes elogios, en sus comentarios durante la transmisión inglesa, de Jim Watt, el escocés que fue destronado como campeón ligero por Alexis Argüello.

 
“Siempre tiene los pies colocados en la posición correcta y su jab es devastador”, diría Watt. “Smith hizo un gran esfuerzo, pero Pedraza ganó sin discusión alguna”.
Verdejo, entretanto, retuvo su título Latino de la OMB para las 135 libras cuando dominó su pelea 99-91, 99-91 y 98-92 ante Rodríguez (ahora 19-9 y 11), pero en circunstancias muy diferentes: luciendo en ocasiones monótono y aburrido en una cartelera construida alrededor de su nombre y de la brillante campaña promocional que se ha tejido acerca de su figura.
No es malo que un joven peleador en ascenso enfrente a uno que otro rival mediocre. Por el contrario, es una de las estrategias más antiguas del boxeo.
Ahora sí, se supone que frente a ese nivel de oposición un súper prospecto deslumbre con nocauts espectaculares, no que responda con aburridas victorias por decisión.
¿Puede estarle afectando la mano o alguna otra lesión?
Tal vez.

 
También uno puede sospechar que ya vaya siendo demasiada la presión que tenga que resistir un peleador joven al tratar de levantar por sí solo toda una compañía promotora -la Diamante Promotions- a la misma vez que levanta su carrera y trata de cumplir con la campaña promocional que ya le ha catalogado de orgullo boricua y del nuevo Félix ‘Tito’ Trinidad.
En fin, si no hay nada físico de por medio medio, yo sí le recomendaría que dejara de protagonizar carteleras tipo Unimás en Puerto Rico por buen tiempo y aproveche las numerosas carteleras de ‘pay-per-view’ de Top Rank para hacer varias peleas en los Estados Unidos como parte de un ‘undercard’ importante y sin tener que llevar la voz cantante de toda la promoción.
De hecho, así hizo también Tito Trinidad incluso cuando ya era campeón mundial y no le fue nada mal, ¿verdad?

El autor formó parte de la redacción deportiva de El Nuevo Día de 1981 a 2008 y es el autor de San-Tito, sobre la carrera de Tito Trinidad.
(ceuyoyi@hotmail.com).
En twitter, 6418luis
En Facebook, Jorge L. Prez