Por lo menos hay que concederle algo a Manny Pacquiao: hizo su mejor pelea en bastante tiempo cuando, el pasado sábado en Las Vegas, derrotó por decisión unánime a Tim Bradley para ganar sin discusión alguna su tercera confrontación con el norteamericano.
Aunque tampoco se trató de una pelea espectacular, por lo menos sí fue la mejor de las tres peleas entre ambos, pero uno queda con la esperanza de que a nadie vaya a ocurrírsele convertir algún día en una tetralogía la que puede haber sido la trilogía boxística menos memorable de todos los tiempos.

Pacquiao ataca a Bradley.
Al mejorar su marca a 58-6-2 y 38, el filipino, de 37 años, se sobrepuso a un lento comienzo, cuando Bradley, de 32 años y ahora con 32-2-1 y 13 nocauts, le planteó desde el asalto inicial su intención de boxear y pelear a la riposta.
Ambos calentaron motores a partir del quinto asalto, sin embargo, y Pacquiao comenzó a despegarse cuando se apuntó una caída en el séptimo episodio –bastante cuestionable, por cierto- y otra mucho más clara en el noveno, cerrando la acción con un duodécimo episodio en el que nuevamente puso en mal estado a su rival, aunque sin amenazar con conseguir su primer nocaut desde el que le propinó al boricua Miguel Cotto en 2009.
Los tres jueces le vieron ganar 116-110.
Lo que no quedó tan claro es si finalmente fue la última pelea de su ilustre carrera, tal como se había anunciado como parte de la promoción, aunque en los últimos días tanto Pacquiao como su promotor, Bob Arum, fueron abriendo poco a poco la puerta de la posibilidad de que no sea así.
Al ser entrevistado después del pleito, Paquiao, quien aspira a ganar un escaño en el senado de Filipinas en las elecciones del mes próximo y anteriormente, junto al deseo de complacer a una familia que le reclamaba que dejara el boxeo, había dado eso como razón para hablar de que el combate representaría su despedida, no fue contundente en la entrevista post pelea.
“Por el momento estoy retirado”, dijo.
Pero entonces agregó: “En mi corazón, estoy 50-50. Todavía no he llegado ahí (a la decisión final)”.
En fin, mientras que una ilustre carrera podía estar llegando a su fin, otra pudo haber dado su primer paso hacia el estrellato esa misma noche, pero en Londres, cuando el británico de ascendencia nigeriana, Anthony Joshua, de 26 años, mejoró su marca a 16-0 con 16 nocauts y conquistó el cetro pesado de la FIB al demoler a los 1:32 del segundo episodio al norteamericano Charles Martin (ahora 23-1-1).
Claro, Martin era solo un campeón de papel, como tantos de los que hay ahora, pero Joshua, campeón olímpico de 2012, hizo lo que un prospecto que ha sido comparado con Lennox Lewis y Mike Tyson se suponía que debía hacer: de 6’6” de estatura, pero exhibiendo el espíritu dominador y agresivo que le faltó a Wladimir Klitschko durante toda su carrera, se lanzó al ataque desde un principio y lo derribó dos veces en el segundo asalto con potentes derechazos.

Joshua vapulea a Martin.
“Apenas estoy comenzando”, dijo tras su victoria el peleador, quien, para colmo, se expresa con elocuencia y exhibe el físico -y la risueña arrogancia- de un luchador profesional.
Se refería, naturalmente, a que su meta no es solo ganar un título de poca monta, por muy mundial que sea, sino apoderarse de los cetros de los cuatro organismos principales.
Pero, como para que los humos no se le vayan a subir todos de golpe a la cabeza, el legendario Lennox Lewis lanzó una advertencia, según le citó el periódico The Guardian: “Lució impresionante al sacar del medio a ese paquete”, dijo el retirado excampeón británico, “pero todavía tiene mucho que aprender”.
“No debería pelear todavía con Tyson Fury -el campeón de la AMB y la OMB que destronó a Klitschko-, a quien considero el número uno todavía, ni con David Haye”, agregó.
“Que disfrute y celebre y es un gran momento para los fanáticos británicos, pero todos debemos estar conscientes de que todavía no es un producto terminado”.
¿Cómo lo va a ser? Apenas está empezando.
El autor formó parte de la redacción deportiva de El Nuevo Día de 1981 a 2008 y es el autor de San-Tito, sobre la carrera de Tito Trinidad.
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