Cambio de pañales para el boxeo olímpico
En el olimpismo, los cambios trascendentales suelen moverse en cámara lenta: la inclusión de un nuevo deporte en las Olimpiadas usualmente requiere una etapa de probatoria -que el deporte se incluya como exhibición- antes de una decisión final, en un proceso que puede tomar cuatro u ocho años.
Así ocurrió cuando se abrió el baloncesto olímpico a los profesionales con la intención expresa de atraer la participación de las estrellas de la NBA, y también pasó con el béisbol en un experimento menos exitoso que luego fue descartado cuando los directores del béisbol de Grandes Ligas no accedieron al pedido olímpico de detener la temporada durante par de semanas en el verano, de modo que las principales estrellas pudieran dedicarse a perseguir medallas de oro en representación de sus respectivos países.
Por eso resultaron tan estremecedoras las declaraciones emitidas esta semana por el presidente de la Asociación Internacional de Boxeo (AIBA), Wu Ching-kuo, de que el organismo ya inició el proceso para eliminar las últimas barreras que impedían la participación de peleadores profesionales en los Juegos Olímpicos, y que esperaba que no haya restricción alguna para que los mejores peleadores profesionales puedan estar compitiendo en los Juegos de Río de Janeiro que se celebrarán del 5 al 21 de agosto de este año.
“Queremos que los mejores boxeadores vengan a los Juegos Olímpicos”, dijo. “Es el 70 aniversario de la AIBA y queremos que haya un cambio: no dentro de cuatro años, sino ahora mismo”.
Entonces agregó: “El Comité Olímpico Internacional tiene la política de que compitan los mejores atletas y, de entre todas las federaciones internacionales, la AIBA es probablemente la única que no cuenta con atletas profesionales en las Olimpiadas. Pero nosotros ya tenemos nuestros propios profesionales –la APB (Asociación de Boxeo Profesional) y la Serie Mundial de Boxeo- listos para participar en los Juegos, y ahora iremos un poco más allá”.
Jeyvier Cintrón.
De hecho, el peso mosca Jeyvier Cintróֶn, quien hasta el momento es el único peleador boricua que ha clasificado para los Juegos, lo consiguió gracias a las victorias que acumuló durante su participación del año pasado con los ahora desaparecidos Hurricanes de Puerto Rico en la Serie Mundial de Boxeo.
Como era de esperarse, las reacciones, especialmente las provenientes del mundo el boxeo, no han sido demasiado eufóricas. Recalcan, en particular, lo atropellado que resultaría el proceso, por no hablar nada de las dificultades técnicas que habría que superar para que, en efecto, haya hasta campeones mundiales profesionales liándose a puños en Brasil.
Entre otras dificultades: ¿estarían los grandes promotores dispuestos a permitir que sus principales estrellas hagan varias peleas contra rivales de distinta magnitud, peleando a solo tres asaltos y haciéndolo tres o cuatro veces en poco más de una semana?
Es decir, ¿permitiría Bob Arum que Manny Pacquiao pelee tres o cuatro veces de gratis por Filipinas, cuando por lo general se gana cuchucientos millones por pelear una vez al año?
¿O permitiría que Félix Verdejo se enfrentara, también de gratis, a campeones mundiales como el venezolano Jorge Linares o el cubano Rances Barthelemy, eliminándole buena parte del atractivo a una posible confrontación con estos en el ámbito puramente profesional?
De la misma manera, ¿no sería un crimen que un peleador joven como Cintrón, de 20 años, terminara peleando con alguien como el nicaragüense Luis Concepción, quien cuenta con 30 años, tiene marca de 34-4 y 24 nocauts y reina como campeón interino de la AMB?
¿O que, de conseguir clasificar para Río, el juvenil Danielito Zorrilla terminara peleando con un Terence Crawford en su combate de primera ronda?
Un artículo publicado por el periódico The Guardian, de Inglaterra, reveló que, pase lo que pase, los directivos de las federaciones de boxeo de Inglaterra e Irlanda hubiesen preferido un cambio más gradual y metódico en el salto hacia el profesionalismo olímpico y no están contemplando alterar grandemente sus posibles delegaciones: “No van a darles la espalda al grupo de peleadores que llevan desarrollando desde hace cuatro años, invirtiendo las sumas gubernamentales asignadas para sus programas”, afirmó el escrito.
“Solo en los casos de alguna división en la que no haya una figura sólida ya establecida, se buscaría la manera de reclutar a algún peleador profesional experimentado”, agregó.
¿A qué huele esto? Pues a que, si acaso, podría colarse algún profesional de 10 o 12 peleas en las Olimpiadas: el tipo de peleador desconocido y posiblemente sin promotor que podría sacarle mucho provecho a ganar una medalla olímpica y que todavía pelea a cuatro o seis asaltos, no habiéndose alejado mucho de los tres episodios reglamentarios del aficionismo.
En fin, se vislumbra un boxeo profesional de liga menor: el equivalente boxístico de los equipos formados por jugadores de Triple A como alternativa de los soñados ‘Dream Teams’, lo cual a su vez provocó que el olimpismo le dijera adiós al béisbol.
El presidente de la Federación de Puerto Rico, José Luis Vellón, no tiene todavía un panorama claro con el asunto.
“Solo sé lo que he leído en la prensa”, dijo. “No sé cómo sería el proceso”.
Así, dijo, la federación boricua sigue adelante con su plan de enviar a un grupo de peleadores al clasificatorio que se celebrará el mes próximo en Buenos Aires, incluyendo a las peleadoras Mónica González (medallista Panamericana) y Kiria Tapia, y peleadores como Zorrilla y Henry Lebrón.
“Sé que después habrá otros clasificatorios de la Serie Mundial y la Liga Profesional y también un repechaje”, agregó, “pero la realidad es que todo esto está en pañales”.
Bueno, pues alguien va a tener que cambiárselos al boxeo olímpico… y muy pronto.
El autor formó parte de la redacción deportiva de El Nuevo Día de 1981 a 2008 y es el autor de San-Tito, sobre la carrera de Tito Trinidad.
(ceuyoyi@hotmail.com).
En twitter, 6418luis
En Facebook, Jorge L. Prez