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Cotto deslumbró en el Garden

A Bob Arum, quien a menudo llega al absurdo con sus pronunciamientos como promotor boxístico, alguien le escuchó decir poco después de la gran victoria de Miguel Cotto sobre Maravilla Martínez:

“Si Cotto peleara con Floyd Mayweather, sería un ‘no contest’: Mayweather no tendría chance”.

Claro que es exagerado decir que no tendría posibilidades de triunfo el Pretty Boy, quien ya en una ocasión venció al boricua. Pero lo gracioso es que no suena tan ridículo: la victoria sabatina de Cotto sobre el argentino, que le convirtió en el primer boxeador puertorriqueño en ganar coronas en cuatro divisiones distintas, fue tan dominante y convincente que, tal como dijeron los propios comentaristas de la treansmisión de HBO Pay Per View, representó probablemente la mejor pelea de su carrera.

Así, hay sólidos argumentos para pensar que este renovado Miguel Cotto podría acabarle el invicto al Pretty Boy, especialmente a un Pretty Boy que admite que su pelea con Cotto fue una de las más complicadas de su carrera y que luego tuvo que sudar la gota gorda para vencer al argentino, Marcos Maidana, un peleador fuerte y pegador que no sobresale por su buen boxeo.

Diablos, creo que este renovado Miguel Cotto hasta podría salir como favorito en una revancha ante otro de sus victimarios, Manny Pacquiao, quien se ha pasado los últimos tiempos perdiendo y ganando con gente como Juan Manuel Márquez y Timothy Bradley.

Claro que es poco probable que alguna de esas peleas pueda acordarse, y mucho menos para las fechas del 6 o el 13 de diciembre anunciadas por el propio Arum para lo que es de suponer que sea la primera defensa de Cotto como campeón de las 160 libras.

Para empezar, Mayweather lleva tiempo haciendo claro que jamás negociaría con Arum, considerándose ese el principal obstáculo para que alguna vez cristalizara su anhelado enfrentamiento con Pacquiao.

Y también podría considerarse muy poco probable que Mayweather esté dispuesto a acercarse siquiera al peso mediano.

Algo parecido puede decirse sobre Pacquiao, quien también navega tranquilamente ahora en el mar de las 147 libras.

Pero sobran las alternativas: Canelo, una unificación con Gennady Golovkin, el impresionante e invicto monarca de la AMB; o hasta una pelea con otro favorito de Arum, el ahora ex campeón welter Bradley, como se había mencionado antes de la pelea del sábado.

Claro está, cabe preguntarse si la razón principal por la que Cotto lució a las mil maravillas ante Maravilla fue la mejoría que ha registrado desde que se unió al súper entrenador Freddie Roach. Porque también, claro está, cabe la posibilidad de que Martínez puede haberle facilitado las cosas cuando de pronto le cayeron encima todas esas dudas que los analistas mencionaban al afirmar que era favorito, pero que podía perder: la edad de 39 años, la inactividad de año y medio, la rodilla derecha lastimada y operada…

Lo más probable es que haya sido una combinación de ambas cosas, aunque Cotto tomó posesión del combate tan temprano -derribándolo tres veces en el mismo primer asalto- que también es posible argumentar que el boricua sencillamente lo madrugó y no le dio vida de ahí en adelante.

“Me cogió frío con un golpe y nunca pude recuperarme”, fue precisamente la explicación inicial de Martínez, aunque su entrenador, Pablo Sarmiento, quien detuvo el combate al comienzo del décimo asalto, sí habló de que la rodilla no le estaba respondiendo.

Pero el Cotto que se presentó al ring del Madison Square Garden parecía capaz de darle candela incluso al mejor Sergio ‘Maravilla’  Martínez.

De hecho, entre las figuras que entrevisté en las últimas semanas, hubo varias –Paul Williams, George Peterson (manejador y entrenador de Williams), Evangelista Cotto, Kermit Cintrón, El Indio Quintana– que pronosticaron el triunfo del cagüeño sin importar la condición que evidenciara su rival.

Y agunos pensaban que lo lograría con bastante facilidad.

¿La razón? Decían que Cotto era mucho mejor técnicamente, pese a que Martínez parecía haber dominado a sus previos retadores gracias a su mejor boxeo.

“Lo único que tiene que hacer Cotto es usar su jab y hacer que venga hacia él”, me dijo el ex campeón Cintrón, quien tenía un empate con Martínez. 

Y el Indio Quintana me dijo algo parecido: “Martínez no tiene buenos movimientos laterales… lo que hace es brincar de un  lado hacia el otro”.

Williams y Peterson, por su parte, vaticinaron que el boricua noquearía en los asaltos finales.

De cierta manera, es el análisis que también queda reflejado en el famoso pronunciamiento de Roach antes de la pelea: “Martínez es un gran atleta, pero no un gran boxeador”.

Y Cotto acaba de demostrar que es ambas cosas.

El autor formó parte de la redacción deportiva de El Nuevo Día de 1981 a 2008 y acaba de publicar su primer libro, San-Tito, sobre la carrera de Tito Trinidad.

(ceuyoyi@hotmai.com).

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