El primer título de un Mayweather
La primera vez que un Mayweather ganó un combate de título mundial fue contra un puertorriqueño en Puerto Rico.
Roger Mayweather, tío y entrenador del Pretty Boy, era un prometedor peleador de apenas 21 años cuando, con record de 14-0 y nueve nocauts, noqueó en el octavo asalto al boricua Samuel Serrano en un combate celebrado en el estadio Hiram Bithorn el 19 de enero de 1983 para conquistar el cetro junior ligero de la Asociación Mundial de Boxeo (AMB).
Al hacerlo, destronó a un sólido campeón de 31 años de edad que tenía marca de 47-4-1 y 16 nocauts y estaba haciendo la cuarta defensa de su segundo reinado como campeón de las 130 libras, después de haber defendido el cetro 10 veces entre 1977 y 1981 en su reinado inicial.
Pero no fue una victoria demasiado sorpresiva: Mayweather, a quien luego apodarían ‘The Black Mamba’ por la forma en que lanzaba su poderoso recto de derecha –como una culebra asesina-, era ya una de las jóvenes promesas de la televisión norteamericana, junto a un jovencito llamado Macho Camacho.
Y Serrano era un veterano que llevaba mucho tiempo agonizando para hacer el peso.
Claro, en la época actual, Serrano no hubiese titubeado en abandonar el cetro y saltar a la división superior, pero en 1983 solo existían dos organismos -la AMB y el CMB- y la ruta hacia una pelea titular no era tan cómoda.
“No era como ahora, que hay cuatro, cinco o siete orgamismos y en cualquier momento ponen a dos a pelear por un título vacante y ya eres campeón y así puedes venir y ganar cuatro o cinco títulos”, me dijo recientemente el Torbellino.
Aquella era una época, también, de combates a 15 asaltos y de pesajes en la mañana del mismo día de la pelea, por lo que los peleadores apenas tenían tiempo para recuperarse antes de subir a un ring sabiendo que les esperaba una tarea ardua y prolongada.
“Mi peso real debía ser 138 o 140 libras”, recordó ahora el expeleador. “Durante el entrenamiento lo que hacía era que iba bajando escalonadamente, hasta las 134 o 135, y el sacrificio no era el día antes, sino toda la semana antes, para llegar a las 130”, agregó.
“Esa última noche no comía ni tomaba agua: un hielito era lo que había para mí”.
Sin embargo, dejar el título sin pelearlo era algo inconcebible para un campeón de entonces. En el caso de Serrano, el incentivo adicional por pelear con Mayweather, un nene lindo de la televisión, fue la mayor bolsa de su carrera: $300,000, según se dijo entonces.
A pesar de todos los pesares, Serrano batalló como bueno, y solo estaba abajo por dos puntos en las tarjetas de dos de los oficiales cuando un derechazo de Mayweather le hizo aterrizar en la lona en el octavo episodio.
“No estaba luciendo bien”, comentó ahora, “pero, cuando me dieron el golpe, ya yo estaba acostumbrado a eso… ya me habian dado ese mismo tipo de palo antes, y me habia recuperado”.
“Si uno tiene condicion, puede hacerlo: uno se agarra, se mueve”.
Sin embargo, su entrenador, Quique Carrión, decidió parar la pelea… muy a pesar suyo.
“Mayweather pegaba y tenía las manos rápidas, pero yo sabía hacer lo que hab?ía que hacer…”.
“Seguro que no fue la pelea más dura de mi carrera”, agregó. “Dura no es una pelea en la que le meten un palo a uno y lo tumban, sino la pelea en la que uno está muchos asaltos fajándose, sudando, cogiendo golpes”.
“Dura fue mi pelea con Tae Ho-Kim en el coliseo Roberto Clemente”, agregó sobre una defensa en la que terminó ganando por nocaut técnico en el décimo asalto después de haber caído en el tercero.
“Esa fue una pelea en la que peleé por instinto: estaba achocado”.
Saltamos ahora al presente, 31 años después, y a Serrano, quien en noviembre cumplirá 62 años, le pedí que me hablara de la pelea del próximo sábado en la que el Pretty Boy, sobrino de su némesis, es amplio favorito para retener su aureola de invicto portento mundial en su choque unificatorio del peso welter con el argentino Marcos ‘El Chino’ Maidana.
A Maidana me dijo que no lo conocía, pero Serrano se hizo una idea cuando le dije que era un típico toro argentino, al estilo de Martillo Roldán, Locomotora Castro y Víctor Galíndez… fuerte y pegador, aunque sin mucha técnica.
“No lo he visto, pero si es un tipo que pega tiene chance contra Mayweather”, me dijo, “aunque hay que tener condición”.
Porque resulta que Samuel Serrano no cree que Floyd sea tan… tan… como dicen.
“Es rápido, pero no lo veo como el gran boxeador que dicen por ahí”, comentó. “Es que son épocas muy distintas. No lo veo ganándose a Durán ni a otros de los peleadores que habia antes. Y no es un estilista, como Leonard”.
“No es que boxee mucho, es que te da la espalda, se vira y no le puedes dar”, agregó. “Y entonces te agarra”.
“Cuando yo veo que hace eso, siempre me pregunto por qué no le dan bien fuerte en los hombros, en el costado, donde sea, para que se vuelva a parar de frente”.
“Lo que hay que hacer es estar todo el tiempo encima de él, tirándole golpes, pegéndole, no dejándole hacer lo que siempre hace”, agregó.
“Si Maidana hace eso, se lo puede llevar”.
El autor formó parte de la redacción deportiva de El Nuevo Día de 1981 a 2008 y acaba de publicar su primer libro, San-Tito, sobre la carrera de Tito Trinidad.
(ceuyoyi@hotmail.com)