El amor que nunca fue
Recibí recientemente esta misiva de una amiga lectora que plantea un viejo dilema: las cosas inesperadas que suceden cuando uno se presta para servir de intermediario amoroso o celestino. “Cuando tenía como 15 años, tenía una amiga”, comeienza el escrito. “Bueno, la verdad es que éramos un combo de tres, que siempre andábamos juntas. “Un día, esta amiga me pidió que yo le ‘acomodara’ a un muchachito que era un año menor que yo, y al que yo conocía desde … Ver más ➡