Lecciones de la pandemia del 1918
Hace más de un siglo en el inicio de la pandemia de 1918, la ciudad de Filadelfia decidió no cancelar un desfile (the Liberty Loan Parade) que se había planeado para el 28 de septiembre para ayudar a financiar la Primera Guerra Mundial, porque todo el mundo en aquel entonces creía que la “gripe española” era solo un problema de España. El 1-ro de octubre, la Universidad de Pennsylvania ya tenía más de 600 informes de casos nuevos, y al plazo de seis meses a 16,000 personas habían muerto allí. Se cree que la gripe española (“Spanish flu”) mató a unos 50 millones de personas, o el 5% del total de la población global.
La ciudad de Saint Louis, sin embargo, canceló una parada similar como parte de un programa amplio de cuarentena, y no tuvo más de alrededor de 600 muertes en total. Esto demuestra que las cuarentenas, el acto de encerrarse y no exponerse a muchas otras personas, es una estrategia que funciona.
En noviembre de 1918–a pesar de que la gente ya estaba acostumbrada a las noticias de muertes por causa de una epidemia, las escuelas habían sido cerradas y los eventos de entretenimiento cancelados–hubieron enormes celebraciones públicas en Irlanda por causa del fin de la Primera Guerra Mundial, que acaparó las noticias y les hizo olvidar que estaban en medio de una pandemia. Poco más de una semana luego, se multiplicaron los casos y las muertes en Irlanda.
El movimiento de tropas alrededor del mundo también influyó en que la “gripe española” se volviera la pandemia más devastadora de la historia. La Primera Guerra Mundial acababa de terminar y muchos países estaban ordenando a sus soldados que retornaran. ¡Quién sabe cuantas muertes causaron los dos o tres estornudos de soldados en aquel desfile en Filadelfia! Por esto es prudente que se cierren las fronteras, como ha hecho Canadá y muchos otros países, y que se sigan los protocolos de aislamiento.
Algunos analistas han enfatizado que la falta de continuidad en las operaciones y comunicaciones del gobierno añade riesgos innecesarios en tiempos de crisis. La mayor parte del equipo de Obama estuvo a su lado a través de los primeros cuatro años de su presidencia, mientras que el equipo de Trump ha sido comparable a las arenas movedizas del desierto por su inestabilidad. Algunos miembros de su gabinete han durado meras semanas por causa de escándalo tras escándalo. Esto impide que se pueda planificar eficazmente una respuesta a una crisis como la presente porque no ha habido transmisión de datos o comunicación efectiva de herramientas y métodos de operación de un equipo de trabajo al próximo.
Sin embargo, hay que reconocer que la comunicación masiva que disfrutamos hoy es una enorme ventaja para nuestra generación. Promueve una respuesta decentralizada eficaz. La censura y propaganda militar en los tiempos de la Primera Guerra Mundial fue uno de los factores contribuyentes al tamaño de la pandemia del 1918. Hoy tenemos toda la información que requerimos. Quien no se entera de lo que necesita saber, es porque no quiere.