Lo que allí sí ocurrió
Todavía me encontraba reflexionando en los sucesos del 1 de mayo en nuestra isla, cuando recibí un mensaje de una lectora exhortándome a escribir sobre lo ocurrido en la Milla de Oro. A escribir sobre lo que aunque no ocupó tantos titulares como los actos de vandalismo, fue lo más significativo del día.
La lectora me compartió su frustración al ver lo que se ha estado cubriendo en los medios de comunicación, luego de haber participado del paro y de experimentar allí un ambiente de libre expresión lleno de respeto y de los valores que nos caracterizan a los puertorriqueños.
He pensado que no vale la pena escribir y darle más atención a un suceso que nos sigue distrayendo de los propósitos de la manifestación. Sin embargo, la indignación y el hartazgo de nuestro pueblo amerita escribir sobre lo que allí sí ocurrió. Pareciese que los que cubren la noticia pierden de perspectiva lo que quizás sin sensacionalismos va ocurriendo en la mente y el corazón de la gente de este país.
Allí ocurrió que personas de diversos sectores sociales, religiosos, académicos y profesionales se unieron en una sola voz para expresar la agonía a la que está siendo sometido el pueblo.
Allí ocurrió que en un ambiente de fraternidad y respeto se expresaron con contundencia las denuncias ante lo que todos sabemos nos está destruyendo como país, aunque pocos sepamos explicarlo con exactitud. Las denuncias de un atribulado pueblo que ha perdido de la noche a la mañana beneficios y derechos que han costado años de esfuerzo y sacrificio. La voz de quienes solo desean tener con qué sostener a sus familias y contar con un Puerto Rico que ofrezca a sus hijos oportunidades de estudio y desarrollo.
Pero lo más significativo que ocurrió allí fue un renacer de conciencias. Lo que allí ocurrió se llama despertar, y cuando un pueblo despierta no hay quien lo distraiga y lo siga engañando. Cuando un pueblo despierta comienza un camino de unidad capaz de afrontar la injusticia.
Sé que desde ese renacer de conciencias lograremos seguir denunciando todo aquello que atente contra la dignidad de nuestro pueblo y trabajando con determinación para levantarnos de esta crisis que cada día trae un nuevo capítulo donde el pueblo pareciese el responsable y quien único debe responder.