El gobernador no tiene quien le escriba
Todossabemos que el Partido Popular Democrático (PPD) considera al Estado LibreAsociado (ELA) su obra cumbre. La verdad es que fue creación de EstadosUnidos para mantener el dominio colonial sobre Puerto Rico mientras daba lafalsa apariencia de que aquí había habido un proceso de autodeterminación.
Mas,hagámosnos los desentendidos por un momento y, para efectos de la reflexión quenos ocupa, démosle el crédito al PPD. Digamos que el ELA fue invento de LuisMuñoz Marín y, de paso, reconozcamos, esto sin reservas, que durante su vigencia Puerto Rico pasó de ser uno de los países más pobres de América Latina a ser elmás próspero, al menos hasta hace poco, porque de un tiempo hacia acá variosnos han pasado por el lado volando y otros más vienen por ahí.
Eseno es, sin embargo, el problema más serio que del ELA en este momento. Está,por un lado, el dantesco cuadro fiscal, el cual, sin que la mayoría lo hayareconocido del todo, amenaza ahora mismo la viabilidad misma del Estado. Y, porel otro, está lo de noviembre de 2012.
Esto ultimoes lo más relevante para lo que nos ocupa en este momento.
Hubo ennoviembre de 2012 una consulta de status en la que, por primera vez, lamayoría (54%) dijo que desaprueba la colonia y el 61% escogió laestadidad. En Estados Unidos, para humillación de los que sueñan con laestadidad, nadie le ha hecho caso a ese resultado. Pero, mientras no haya otravotación, prevalece y, aun con las dudas sobre la manera en que se hizoel mentado referéndum, ahora mismo se puede decir con propiedad que la mayoríaes anti-ELA y pro-estadidad.
Es desuponer, entonces, que los estadolibristas quieran borrar de la historia lo quepasó en noviembre de 2012 y qué mejor momento que ahora que están en mayoría.Por lo tanto, revertir el resultado de 2012 y poner al mundo a creer otra vezque nos gusta la vaina esta de la colonia parece ser lo único que permiteentender por qué el gobernador se metió en el terreno minado de convocar unaconsulta de status este momento tan complicado.
Y esescabrosa la ruta en que se metió, y poblada de minotauros, gárgolas ypuertas falsas, por varias razones. La primera es que el país, con razón o sinella, está endemoniado con García Padilla porque, aunque sea solo por ser elgobernador, en buena medida lo culpa de las tremendas dificultades queatraviesa a causa de la crisis fiscal. El país, lo sabe cualquiera que hayaasomado la cabeza a la calle aunque sea por un instante en este ardienteverano, está loco porque le pongan cualquier papeleta de frente para rajarlasin misericordia en contra de García Padilla.
Laotra razón por la cual García Padilla se metió incauto en cueva de león es queahora mismo no son pocos los estadolibristas que ya no se creen el cuento deque esto se resolvió en el ’52 y tienen una idea muy distinta del ELA de la delgobernador y quienes lo influyen en este tema. Proponen, en pocas palabras, quecualquier ELA que se presente a los electores sea “no colonial y noterritorial”, lo cual es un lenguaje rebuscado para decir que quieren para laIsla los poderes de un país independiente, aunque siga vinculado de la maneraen que se pueda a Estados Unidos.
O sea, queen los intestinos del PPD va a haber una pelea más sangrienta que las deCarlitos Colón contra Abdulah the Butcher por definir el ELA, si es que estapropuesta de votar por status llega a buen término y no se esfuma en el caminocomo tantos otros planes esbozados por García Padilla. Al final, como ha pasadotantas veces antes, de seguro los que se hacen llamar “soberanistas” seacomodarán, pero mientras tanto correrá la sangre y habrá llanto y dolor.
El profesorJosé Arsenio Torres, en un blog publicado esta semana, comparó la coyuntura porla que atraviesa la Pava con la que enfrentó Muñoz Marín en el 1948, cuandoexpulsó del PPD a los independentistas e invitó a García Padilla precisamente aeso, a botar a los soberanistas. Pero al profe se le olvidó mencionar undetalle: el PPD no es ahora ni la sombra de lo que era en el ’48: unamáquina formidable y avasalladora que se podía dar el lujo de botar gente yseguir como si nada. Ahora no, ahora necesita a cada uno de sus miembros y,además, si se pudiera, recoger en la periferia. Y los soberanistas, para el queno se haya enterado, no son pocos: 454,768 según la consulta de 2012.
Ahí se ve,pues, que el gobernador se metió en un laberinto al salir ahora con unreferéndum y explica esto la gélida respuesta que en encontró su plan en elliderato popular. Nadie, fíjese bien, está salivando por bregar con el statusde esta forma.
Si no locree, piense un momento en la errática conferencia de prensa en que elgobernador hizo el anuncio de la consulta. Estaba absolutamente solo. No loacompañó ningún líder legislativo, representante, senador o secretario. Pordecir más, no le hizo sombra ni un comisario de barrio. Ni el siemprefiel Tigre. Nunca, ni en los momentos más críticos del cuatrienio, y hansido muchos, se había visto tan solo y desamparado.
Es que conesto de bregar con el status en tiempos de tormenta se metió, como diría Octavio Paz, en el laberinto de la soledad.
(benjamin.torres@gfrmedia.com,Twitter.com/TorresGotay)