“Ya cuando uno tiene la edad que nosotros tenemos no nos afecta tanto la muerte, porque ya hemos vivido bastante y no tenemos mucho más que hacer”, me comentó un amigo en el laboratorio clínico donde me hago los análisis antes de cada quimioterapia.

Pero al llegar a la sala de infusiones encuentro a mis compañeros de tratamiento en otro “baile y en otro son”. Son una explosión de alegría, de esperanzas, de opciones, de alternativas, de descubrimientos, de estrategias, de planes, de acciones, de visualizaciones, de avances, en fin, de vida.

No hay edades y no hay cronología, todo se da en un plano espiritual y emocional, diáfano y transparente. Es un proyecto de vida, de detalles, específico, trabajado, son pasos firmes y seguros, es un proceso de sanación intensamente articulado. Es una feria médica y científica bien montada entre todos los participantes de la quimioterapia.

¡Qué hermosura de imagen! Todos gritamos, “aquí estoy Señor de Vida, lleno de ti, de tu amor, de tu gracia y de tu gloria. Caminando sobre tus pasos, contigo, a tu lado y Tú dentro de mí. Voy de tu mano, recibiendo tu sangre y saciando mi sed con agua nueva y cristalina”.

¡Lo escucho, nuestros corazones rebosantes de amor lo gritan, lo escucho fuerte, a veces pienso que algún corazón quebrará el pecho que lo contiene!

No hay edad que pueda frenar la vida, no hay edad que detenga el presente, no hay muerte y siempre existirá la vida. No terminas, te transformas. No te detienes, evolucionas. No te opacas con los años, brillas como un cirio.

Aquí no hay fin, apenas comenzamos nuestra travesía. Estamos emocionados como niños con juguetes nuevos. Estamos llenos de fe y confianza. Dios ha refrescado nuestras almas y nuestro ser con esta nueva experiencia, con todas estas enseñanzas.

Tenemos un gran proyecto, el de vivir y ser feliz. Tenemos un sinfin de cosas por hacer. Aquí no existen los términos de “bastante y poco”, aquí existe la abundancia, el infinito, la eternidad, el cambio, el desarrollo, el crecimiento y la vida.

No te apagues, brilla. No te musties, reverdece. Estás lleno de dones y virtudes, estás lleno de vida.

En esta sala de infusiones bailan alegres los pensamientos. ¿Surrealismo?