Trump visita a un aliado histórico
El primer aliado de Estados Unidos (EEUU) que contribuyó para lograr su independencia y establecer la primera nación liberal fue Francia. A pesar de las diferencias entre el presidente de EEUU, Donald Trump, y el nuevo presidente de Francia, Emmanuel Macron, hay muchos puntos de coincidencia histórico-cultural entre ambas naciones que posibilitan acuerdos. Ambos se reunieron el 13 de julio de 2017 en París y tuvieron una conferencia de prensa. El mensaje de Trump incluyó alusiones históricas a la Guerra de Independencia de EEUU y a la alianza entre ambos países durante la Primera Guerra Mundial. La visita de Trump se extiende hasta el 14 de julio de 2017 por la conmemoración de la Toma de la Bastilla, que dio inicio a la Revolución Francesa, y de los cien años de la entrada de EEUU a la Primera Guerra Mundial.
Trump hizo un repaso de sus propuestas de campaña y gestiones durante su presidencia respecto a eliminar regulaciones y revisar acuerdos internacionales que no son justos. Destacó que los trabajadores de EEUU se ven perjudicados por acuerdos inconvenientes para EEUU. Aunque Trump no favorece el Acuerdo de París sobre cambio climático, comunicó que EEUU tiene un compromiso con el ambiente; es un asunto que se atenderá domésticamente. La defensa de la soberanía nacional y el proteger los intereses de EEUU en materia de desarrollo industrial son las razones principales para oponerse a este acuerdo.
Macron reconoce las diferencias con Trump en cuanto al Acuerdo de París, pero respeta que la oposición de Trump forma parte de una promesa de campaña. Mantuvo un tono cordial, respetuoso y disponible para llegar a acuerdos sobre otros asuntos.
Este encuentro entre presidentes de dos naciones aliadas tiene mucho de simbólico. El presidente de EEUU impartió un discurso público en Varsovia, Polonia, lugar atacado por las fuerzas nazi y soviéticas durante la Segunda Guerra Mundial. En esta ocasión da una conferencia de prensa en París, Francia, escenario de múltiples acuerdos internacionales y país símbolo de la alianza de EEUU con Europa. Se vincula al Viejo Mundo con el Nuevo Mundo por medio de una historia revolucionaria común que trata sobre el nacimiento del liberalismo clásico y de las repúblicas modernas.
La seguridad es el punto principal en común, no solo históricamente, también en el presente. Enfrentan el problema del terrorismo islámico y conversan sobre los cambios necesarios para mejorar el funcionamiento de la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN).
Macron es un defensor de la permanencia de Francia en la Unión Europea y favorece a organismos supranacionales y multilaterales, como la OTAN y la Organización de las Naciones Unidas (ONU). En cambio, Trump mantiene una política que pone a EEUU primero y es escéptico respecto a instituciones que aprueban acuerdos y regulaciones que atentan contra los intereses domésticos y la soberanía nacional. Por esto, el presidente de EEUU apoyó a la candidata presidencial de Francia, Marine Le Pen, porque coinciden en defender la soberanía nacional de sus países, desconfían de organizaciones supranacionales y desean combatir al terrorismo islámico. Inicialmente, Macron y Trump tuvieron una relación distante, pero con esta visita esperan estrechar lazos. Es un modo de reconocerse mutuamente como los victoriosos en sus respectivas contiendas electorales.
Las diferencias que puedan existir entre ambos presidentes no deben opacar los lugares comunes entre ambas naciones. Precisamente, lo que se festeja el 14 de julio es aquello que los une, el inicio de la revolución que marcó el colapso del absolutismo monárquico y el inicio de la participación de EEUU en una guerra contra el autoritarismo alemán. Son los dos estados precursores de un sistema político y económico que promueve la competencia. El hecho de que Macron, probablemente, prefiriera una victoria de Hillary Clinton, y Trump, una victoria de Le Pen, no debe ser impedimento para llegar a acuerdos. Habrá que dar seguimiento y esperar que cada uno logre lo mejor para el bienestar de sus respectivas naciones. En este primer encuentro bilateral cada parte expuso sus puntos con claridad. No hubo perdedores.