No es cierto que Trump intercambiará a Puerto Rico
Hay que saber distinguir chismes y hechos. Que un exempleado de Casa Blanca diga que escuchó al presidente de EE. UU. hablar sobre intercambiar a Puerto Rico por Groenlandia, no implica que sea cierto. No hay video ni audio y tampoco está claro el contexto de la conversación ni el tono. Por tanto, lo que los medios de prensa presentan como un hecho es realmente un chisme de pasillo.
Lo primero que se debe examinar es la credibilidad de Miles Taylor, quien fuera jefe de gabinete en el Departamento de Seguridad Nacional de los EE. UU. (DHS, por sus siglas en inglés). Alguien que ocupa un puesto como este debe guardar la confidencialidad. El hecho de que revele intimidades de reuniones en las que se discuten asuntos de seguridad nacional, comunica que no es una persona confiable.
Otra razón por la que Taylor no goza de credibilidad es que participó en un anuncio de campaña endosando al candidato presidencial por el Partido Demócrata, Joe Biden. Hace las supuestas revelaciones sobre expresiones del Presidente justo en el periodo de campaña electoral. Esto mina su credibilidad, porque da a entender que tiene un sesgo partidista e ideológico. También, parece que hay ánimo de lucro.
Las expresiones que le atribuye al Presidente no son sobre actos ilegales, de corrupción, ni sobre violaciones a la ética gubernamental. Son rumores que pueden utilizarse convenientemente para provocar controversias que sirvan a favor de la campaña de Biden. Es la típica táctica de la política de identidad que usan los demócratas para demonizar a Trump y a cualquier republicano. Lo que persigue es representarlo falsamente como un xenófobo anti puertorriqueño.
Se sabe que Florida es un estado púrpura o un campo de batalla electoral en el que residen cientos de miles de puertorriqueños. La campaña de Biden necesita ganar ese estado. Por eso Taylor le sirve para atacar a Trump. Quiere que los puertorriqueños crean que Trump venderá o intercambiará a P. Rico porque es “pobre” y “sucio”.
Sin embargo, los hechos hablan más que las palabras falsas. Una delegación de Casa Blanca visitó la Isla para observar la producción farmacéutica. Debido a que el presidente Trump quiere mover la producción de medicamentos de China a EE. UU., P. Rico es una de las jurisdicciones idóneas. Es un modo de asegurar que no haya escasez de medicamentos y de equipo médico durante una emergencia. La pandemia del SARS-CoV-2 (Covid-19) sirvió de lección. Para Trump, es un asunto de seguridad nacional.
Esto implica que, probablemente, P. Rico se convierta en una jurisdicción doméstica para fines contributivos federales. Es necesario para que las farmacéuticas e industrias biomédicas que movilicen sus operaciones al territorio americano se beneficien de las exenciones contributivas federales. La reforma contributiva federal firmada por Trump en el 2017 tiene incentivos para las industrias que creen empleos y produzcan en suelo americano.
Si fuera cierto que Trump quiere intercambiar o vender a P. Rico, no enviaría una delegación para evaluar la producción farmacéutica. El director del Consejo Nacional de Comercio, Peter Navarro, quien asesora a Trump en asuntos económicos, expresó que “China quedó despedida, Puerto Rico, contratado”, en alusión a la capacidad de la Isla para producir medicamentos. También, el representante de la Casa Blanca para la recuperación de P. Rico, el contraalmirante Peter Brown, informa que hay una agenda para hacer a la Isla “autosuficiente”. Es decir, que la administración Trump tiene como objetivo el desarrollo económico de P. Rico.
La Isla es considerada una zona de producción industrial importante para la seguridad nacional. Para Trump, la economía va de la mano con la seguridad. Es necesario que la reserva de medicamentos y de equipo médico de EE. UU. se produzca en territorio americano.
No hay motivo para pensar ni para creer que Trump desprecie a P. Rico ni a los puertorriqueños, a quienes ha felicitado en ocasiones anteriores por sus aportaciones a las Fuerzas Armadas. En uno de sus comunicados durante el presente cuatrienio felicita a los ciudadanos americanos de P. Rico. Además, conoce a la Isla, porque como empresario hizo negocios y realizó concursos de belleza (Miss Universo). Invirtió en bienes raíces y se relacionó con otros empresarios en P. Rico. También, visitó la Isla luego del paso de los huracanes Irma y María, y asignó miles de millones en fondos federales.
Los rumores no deberían tener más peso que los hechos. La táctica de asesinato del carácter mediante la imposición del adjetivo “racista” y “xenófobo” es frívola. Si la campaña de Biden quiere acercarse a P. Rico, debería hacerlo con sus propios méritos y propuestas, no con ataques personales ni desacreditando a su adversario.