Trump no le quitó fondos a Puerto Rico
Los lectores en Puerto Rico tienen que aprender a leer más allá de los titulares de las notas de prensa. Un titular puede llamar a engaño si el lector no lee el contenido. Es necesario leer las notas hasta el final, sobre todo si el reportaje se relaciona con el presidente de EEUU, Donald Trump. Es usual que la prensa omita información o redacte en los párrafos finales la aclaración de por qué el Presidente tomó una decisión que aparenta ser controversial.
Los diarios locales que reportaron que Trump le quitó fondos a Puerto Rico fallaron en informar con claridad que esos fondos no fueron asignados al gobierno de la Isla ni eran fondos relacionados con la asignación multimillonaria pos huracán María. Aunque sí se relacionan a los daños causados por María a instalaciones de la Guardia Nacional de Puerto Rico, no eran fondos manejados por el gobierno de la Isla.
El general José Reyes, ayudante general de la Guardia Nacional de Puerto Rico, contestó preguntas de la prensa, desde La Fortaleza, sobre los diez proyectos de obras permanentes que están en fases de diseño. Aclaró que no se verán afectados por el desplazamiento de fondos para construir parte del muro fronterizo en el sur de EEUU, pues la fase de diseño culminará el próximo año y se espera que se asignen los fondos para su construcción.
La Guardia Nacional de Puerto Rico no espera comenzar a construir los diez proyectos en diseño hasta el 2020; por tanto, no se sostiene argüir que Trump discrimina contra los puertorriqueños ni que perjudica la seguridad de los militares que utilizan las bases localizadas en Puerto Rico.
Un punto a favor de la administración Trump es que el Tribunal Supremo de EEUU (SCOTUS, por sus siglas en inglés) decidió que puede redirigir los fondos federales del Departamento de Defensa para la construcción del muro fronterizo. La decisión de Trump es legal, porque atiende un problema de seguridad nacional.
El muro fronterizo tiene prioridad y es parte del programa de gobierno de la administración Trump. Servirá para complementar las tecnologías y recursos utilizados para vigilar las fronteras.
Los que alegan que los muros no funcionan, deberían estudiar el caso del estado de Israel; es un país amenazado históricamente por países vecinos y organizaciones terroristas islámicas. Las barreras fronterizas de este país impiden ataques contra las poblaciones vecinas. Las Fuerzas de Defensa de Israel (IDF, por sus siglas en inglés) logran detener a tiempo a los terroristas islámicos que intentan cruzar las fronteras gracias a los muros y verjas existentes.
Es un hecho que hay problemas de seguridad y de derechos humanos relacionados con los cruces ilícitos de las fronteras, como el tráfico de armas, de drogas, de personas y de otras mercancías no autorizadas. Muchas mujeres son agredidas sexualmente en la travesía rumbo a EEUU; de igual modo, hay explotación laboral asociada a la inmigración ilegal y al tráfico de menores de edad. También, cruzan ilegalmente terroristas islámicos y miembros de organizaciones de crimen organizado.
Para Trump, es necesario desincentivar la inmigración ilegal, pues EEUU recibe anualmente a un millón de inmigrantes que entran de forma legal. Con el muro se logra dificultar el tránsito en zonas no autorizadas, se gana tiempo para la intervención de los agentes del Servicio de Inmigración y Aduanas (ICE, por sus siglas en inglés) y se disuade para que disminuyan los problemas fronterizos.
La protección de las fronteras y la seguridad nacional es también un asunto de seguridad de Puerto Rico y de los puertorriqueños que residen en otros estados. Todos los puertorriqueños son ciudadanos americanos; por eso, no se debe entender que movilizar fondos para construir el muro fronterizo es una forma de discrimen. Atender un problema de seguridad nacional es atender un problema que atañe a todos los puertorriqueños.
Trump ordenó utilizar fondos de defensa asignados a otras jurisdicciones de EEUU. Es falso afirmar que Trump se ensañó contra Puerto Rico. Tomó fondos de distintas fuentes del Departamento de Defensa que luego serán reasignados en el próximo año fiscal.
El gobierno de Puerto Rico no tiene por qué preocuparse, pues el tope de gastos estimado de $92 mil millones para la reconstrucción pos huracán María está vigente. Son fondos que podrían aprobarse, designarse y desembolsarse en un periodo superior a los diez años. Por ejemplo, luego del paso del huracán Katrina se asignaron fondos federales para la reconstrucción del estado de Louisiana; hubo asignaciones significativas desde el 2005 hasta el 2015.
Otro asunto que prueba que Trump no discrimina contra los puertorriqueños es su decisión de cancelar la reunión con representantes del Talibán. Esta reunión se iba a realizar en Camp David, Maryland, en la residencia de retiro presidencial, para negociar la paz y la retirada de las tropas americanas apostadas en Afganistán. Sin embargo, los talibanes admitieron que realizaron un atentado en el que murieron once civiles afganos y un soldado americano/puertorriqueño nacido en Morovis, Puerto Rico.
El Presidente elogió al soldado que falleció en el atentado, el sargento primero Elis A. Barreto Ortiz; lo consideró “un gran soldado americano, un maravilloso joven de Puerto Rico”. No es la primera vez que Trump se expresa con admiración sobre las aportaciones que hacen los puertorriqueños a los EEUU. Cuando era precandidato presidencial, en el 2016, dijo que “lo mejor que tiene Puerto Rico es su gente y que le alegra que son parte de la nación americana”.
La agenda de quienes quieren pintar al presidente Trump como xenófobo y racista contra los puertorriqueños no debe imponerse. Es necesario que en honor a la verdad se dejen a un lado las agendas partidistas y se ponga el interés nacional primero. El uso de fondos del Departamento de Defensa para la construcción del muro fronterizo, lejos de ser una afrenta contra Puerto Rico, es una decisión que beneficiará a toda la Nación.