Decisiones del Tribunal Supremo en tiempos de Trump
Una de las promesas de campaña del presidente de Estados Unidos (EEUU), Donald Trump, se hizo realidad al nombrar al juez Neil Gorsuch para el Tribunal Supremo de EEUU (SCOTUS, por sus siglas en inglés). Esta vacante surge luego de la muerte del juez Antonin Scalia. Muchos conservadores, constitucionalistas, republicanos y originalistas dudaron sobre si apoyar a Trump para presidente, porque no sabían si cumpliría su palabra. A Trump lo rechazaban por su pasado liberal y demócrata.
Los más conservadores apoyaron al senador por el estado de Texas, Ted Cruz, hasta el final de las primarias presidenciales republicanas. No fue hasta que se acercó la fecha de las elecciones presidenciales que Cruz decidió endosar a Trump. Había que apostar por la mejor alternativa para que se nombrara a un juez originalista que sucediera a Scalia.
El originalismo implica interpretar la Constitución de EEUU según la intención original y en respeto por el texto. Es un marco que contrasta con la visión del expresidente de EEUU, Barack Obama, quien escogió a la jueza Sonia Sotomayor para que interpretara la Constitución como si fuera un organismo vivo que se adapta a los cambios histórico-culturales.
No es sorpresa que bajo Obama bajara la decisión del caso Obergefell vs Hodges en la cual se declara que las parejas homosexuales tienen los mismos derechos fundamentales para el matrimonio que las parejas heterosexuales. Fue una interpretación pragmática de la Decimocuarta Enmienda a la Constitución, específicamente las cláusulas sobre debido proceso e igual protección.
La mayoría republicana en el Senado federal logró postergar el nombramiento de un juez que sucediera a Scalia hasta luego de las elecciones presidenciales, pues le faltaban votos para llegar a 60. Este fue uno de los asuntos centrales para conservadores y constitucionalistas. Por esto, los demócratas atrasaron lo más que pudieron la confirmación de Gorsuch, luego de que Trump ganara las elecciones.
Algunas decisiones recientes de SCOTUS se decidieron por un voto de diferencia: 5-4. Hay diferencias significativas de marco interpretativo entre los jueces nombrados por presidentes republicanos y los jueces nombrados por demócratas. Este es un punto que distingue a ambos partidos.
Una de estas decisiones es el fallo a favor de la orden ejecutiva que prohíbe la entrada temporeramente a ciudadanos de algunos estados en los que operan organizaciones terroristas islámicas. Se considera una victoria para la administración Trump en materia de seguridad nacional y de funciones del presidente. Es una de las promesas de Trump para contrarrestar la ola de inmigrantes y “refugiados” que puedan ser potenciales terroristas islámicos.
En Europa se usó el caballo de Troya de los refugiados sirios como subterfugio para colar a yihadistas y a miles de hombres en edad militar. La demografía y la inmigración se utilizó como un arma, por parte del Estado Islámico (ISIS, por sus siglas en inglés) y de otras organizaciones y estados en los que operan organizaciones terroristas islámicas.
Otra decisión apretada fue la que revoca la decisión del Tribunal de Apelaciones del Noveno Circuito, sobre permitir que un estado limite el ejercicio de la Primera Enmienda a la Constitución con el objetivo de regular la expresión de profesionales de la salud y de atender un interés público. Este tribunal de apelaciones que atiende los casos de la costa oeste tiene fama de ser liberal o progresista. Esta decisión obligaba a centros de orientación a mujeres embarazadas a informar sobre la alternativa del aborto. La falla de SCOTUS permite que profesionales de la salud, centros y clínicas no estén obligadas a informar sobre el aborto ni a promover esta alternativa.
La diferencia entre el Noveno Circuito y SCOTUS podría interpretarse como un choque entre una perspectiva colectivista vs una de libertad individual. Los jueces del Noveno Circuito dan prioridad al interés público y colectivo. SCOTUS opera de modo dividido y ajustado, pero inclinado al originalismo y a la protección de libertades individuales.
El estado de Ohio fue escenario de otra decisión estrecha por parte de SCOTUS. Falló 5-4 a favor de que el estado pueda remover electores de las listas de votación. Hay casos como fallecimientos, cambios de residencia, entre otros que ameritan la depuración de las listas, para evitar el fraude electoral y asegurar la transparencia del proceso. En Puerto Rico (PR) este no es un problema, porque se acostumbra a limpiar las listas.
Un último ejemplo de votación 5-4 es la decisión de que las uniones obreras no pueden obligar a los empleados públicos a pagar una cuota si no son unionados. Es una victoria del derecho individual sobre la perspectiva colectivista. Las uniones obreras abogaron por el pago de una “cuota justa” que atenta contra el derecho a la Primera Enmienda.
Uno de los casos más controversiales fue el del repostero que se negó a preparar un bizcocho para una boda de una pareja homosexual, por razones religiosas. El fallo no fue cerrado (7-2), pero tuvo la oposición de dos juezas liberales nombradas por los demócratas: las juezas Ruth Bader Ginsburg, nombrada por el expresidente Bill Clinton, y Sonia Sotomayor, nombrada por Obama. No se decidió sobre el asunto de si un negocio tiene derecho a negarse a servir a una pareja homosexual, sino sobre la decisión de la Comisión de Derechos Civiles de Colorado de sancionar al repostero Jack Phillips mostrando un sesgo antireligioso. SCOTUS entendió que hubo un sesgo que no garantizó el derecho a la Primera Enmienda y la garantía de ser neutral cuando se trata de evaluar las creencias religiosas de un individuo.
Estas decisiones muestran que un juez puede ser la diferencia para resolver casos controversiales sobre derechos civiles, libertad individual y enmiendas constitucionales. En tiempos de Trump domina la perspectiva originalista y la defensa del derecho individual. Los conservadores never trumpers no le pueden reclamar que incumplió con su parte. Nombró a un juez que no los decepcionó.