Un 14 de junio de 1946 nació el presidente de Estados Unidos (EEUU), Donald Trump. Hoy cumple 72 años y un año y cinco meses en la presidencia. Vale recordar algunos de sus logros recientes.

Cumplió su promesa de firmar una ley para que los veteranos puedan visitar un médico privado, costeado por el gobierno federal, con el fin de reducir el tiempo de espera y dar libertad para que escojan al profesional de la salud que prefieran. Esta ley federal se llama el VA Mission Act. Tuvo el apoyo significativo de ambos partidos y de ambos cuerpos del Congreso.

Otra ley asociada a la salud poblacional es el “right to try“, que fue favorecida por el vicepresidente de EEUU, Mike Pence. Trump firmó la medida que permite a pacientes con enfermedades terminales tratar con medicamentos que podrían salvarle la vida en fase experimental. Es una forma de dar esperanza a las familias y a los pacientes que agotaron todas sus alternativas. Se respeta la libertad individual y el derecho a decidir.

Hay dos críticas fundamentales sobre esta ley: una es que le resta fuerza a la Administración de Medicamentos y Alimentos (FDA, por sus siglas en inglés) y la otra es que expone a los pacientes a medicamentos en la primera fase experimental. Hay un riesgo a que los efectos del medicamento sean perjudiciales. Se trata de sopesar entre el riesgo (la seguridad) y la libertad. El Presidente apuesta por la libertad y por dar mayor poder al individuo que al gobierno federal.

Además del énfasis en reformas sobre asuntos de salud, Trump se destaca por atender problemas de la población negra. Logró reducir el desempleo a récords históricos. En lo que va de su administración se reportan dos momentos con tendencias a la baja en el desempleo entre la población negra.

También, ha otorgado el perdón presidencial a personas negras acusadas por delitos menores o injustos. Uno de ellos es el primer negro campeón mundial de boxeo, Jack Johnson, quien fue acusado de transportar a una mujer blanca de un estado a otro con propósitos inmorales. Esa mujer era su pareja, pero en el contexto de segregación racial y racismo del principio del siglo XX ocurrían este tipo de injusticias.

El segundo caso con mayor cobertura mediática es el de Alice Johnson, una mujer negra que enfrentó más de 20 años de cárcel, por un delito no violento asociado a drogas. Ese era su primer delito, pero recibió una sentencia excesiva. Trump conmutó su sentencia para que la dejaran en libertad. Una figura conocida de un reality show y esposa del rapero Kanye West, Kim Kardashian, abogó por su excarcelación.

Luego de este gesto, Trump invitó a los futbolistas americanos de la National Football League (NFL), que realizan protestas arrodillados durante el himno de EEUU, a que le envíen una lista de personas negras acusadas injustamente o con sentencias excesivas. Se comprometió a revisar los casos y a condonarlos o conmutarlos si lo ameritan. Es un modo de zanjar las diferencias y de atender la queja principal de los deportistas sobre un alegado racismo institucional.

El expresidente de EEUU, Barack Obama, fue el primer presidente negro, pero no atendió estos casos. A Trump lo tildan falsamente de racista, a pesar de su larga historia de comunicación con líderes negros progresistas.

A los 72 años, Trump luce saludable y dispuesto a continuar con su trabajo. Hay varias promesas pendientes y asuntos en discusión. Todavía hay dos años que cumplir de este cuatrienio y cuatro más si logra una reelección. Queda presidente para largo.