El gobernador de Puerto Rico (PR), Ricardo “Ricky” Rosselló, y el presidente de Estados Unidos (EEUU), Donald Trump, se reunieron en la Casa Blanca y realizaron una conferencia de prensa, como se hace con todos los mandatarios. El trato fue de tú a tú, cordial, con expresiones de elogio y acuerdos. Fue una excelente oportunidad para que el Gobernador comunicara las gestiones que se deben realizar para la recuperación y la reestructuración de PR.

Uno de los puntos a destacar de esta reunión es que ambos coinciden en la necesidad de reestructurar y modernizar el sistema de generación y distribución de energía eléctrica de PR. Este es el talón de Aquiles de la economía y es el reto mayor para evitar un éxodo masivo de puertorriqueños. Hay que restaurar el servicio de energía eléctrica lo más rápido posible y a la vez modernizarlo.

Se pasó de una etapa de hablar sobre la emergencia inmediata, el rescate de personas y la distribución de alimentos y agua potable, a conversar sobre la recuperación de PR en cuanto a lo fiscal, lo económico y la infraestructura. Además, el Gobernador enfatizó que se debe atender el asunto de la salud. Es un momento idóneo para estas conversaciones, porque en EEUU se debaten medidas legislativas y órdenes ejecutivas sobre la reforma contributiva y la reforma de salud.

Hubo unas expresiones de Trump que se tomaron como contradictorias y controversiales sin serlo. Comparó la devastación en PR con la de Katrina en varios aspectos. Se refiere a que la infraestructura quedó destruida y a que hay mucho trabajo por hacer. Sin embargo, no se desdice de sus expresiones del martes 3 de octubre de 2017, en su visita a PR, sobre que el huracán María no provocó las miles de muertes que ocurrieron en New Orleans, Louisiana, por el paso del huracán Katrina. A Katrina se le usa como símbolo de una supuesta negligencia presidencial y de un discrimen institucional contra ciudadanos americanos.

Ni Ricardo Rosselló ni Trump consideran que hubo negligencia ni falta de apoyo por parte del gobierno federal. La comunicación entre ambos es frecuente. El Gobernador se dirigió a Trump durante la conferencia de prensa para agradecerle su asistencia y resaltar que brindó la ayuda que se le solicitó.

Para que María sea un Katrina es necesario que se cumpla con los criterios del concepto inventado por los medios de prensa. No hubo negligencia ni racismo ni xenofobia ni falta de empatía ni olvido de la emergencia de PR. En lo que se parece María a Katrina es en que fueron huracanes devastadores, pero eso no tiene que ver con las gestiones del gobierno federal y la comunicación con el gobierno estatal.

El espíritu armonioso del encuentro y de la comunicación efectiva entre el gobernador de PR y el presidente de EEUU lo comparten líderes del Partido Popular Demócratico (PPD), como el senador José R. Nadal Power, quien expresa en su cuenta de Twitter: “Me parece muy positivo que el Gobernador se haya reunido hoy con el Presidente Trump en la Casa Blanca. Tengo diferencias enormes con Trump, pero genuinamente, es un acontecimiento sumamente importante en estos momentos.” Esto compara con el gesto del presidente del PPD, Héctor Ferrer, al visitar comunidades junto a Ricardo Rosselló en días recientes.

En contraste, el sector “soberanista” (independentista) del PPD no lo ve del mismo modo. La alcaldesa de San Juan, Carmen Yulín Cruz, tuiteó una imagen sobre la conferencia de prensa de Trump y Ricardo Rosselló acompañada de un comentario escrito en inglés: “…In this photo, Mr. Trump’s exudes disrespect for the people of Puerto Rico.” Sacó de contexto una imagen para atacar al Presidente.

El representante por acumulación por el PPD, Manuel Natal Albelo, tuiteó lo siguiente: “El Gob. Rosselló tuvo la oportunidad de crecerse ante el mundo entero y optó por entregar a su Pueblo…”. También, en otro tuit, escribió que “…nuestro Gobernador optó por doblar rodilla…”. Para Natal, el Gobernador debía confrontar al Presidente y defender al Pueblo de PR, pero no indica por qué ni para qué. Parece un discurso sobre el estatus, poco diplomático y fuera de protocolo. De Nadal a Natal hay una gran distancia y diferencia.

Sobre el estatus de PR preguntó la prensa, a lo que Trump contestó: “No estamos hablando de eso ahora.” El asunto del estatus no fue el motivo para el encuentro entre los mandatarios.

Natal, Yulín, los opositores en contra de Trump y los independentistas que simpatizan con la izquierda deben considerar que ningún mandatario se reúne con otro y se comporta de modo poco diplomático. La reunión entre Rosselló y Trump es conveniente para PR. Lejos de considerar que “Ricky” se humilla, se le debe reconocer su habilidad para la diplomacia. Los independentistas, más que otros, deberían practicar y promover este ejercicio de comunicación efectiva entre jefes de Estado y de Gobierno.

Si algo demostraron Trump y Rosselló es que están comprometidos por PR. Conversaron, acordaron y estrecharon manos públicamente con el fin de comunicar la agenda y las metas para reconstruir y reestructurar la infraestructura. Esto no es arrodillarse, sino colaborar entre ciudadanos americanos para levantar a PR concretamente.