Trump logra acuerdo migratorio con México
Luego de que el presidente de EEUU, Donald Trump, presionara al gobierno de México con imponer un arancel de 5% si para el lunes 10 de junio de 2019 no se lograba un acuerdo migratorio y de seguridad, las autoridades mexicanas comenzaron a mejorar su rendimiento, a ser más eficientes en contrarrestar la inmigración ilegal y a negociar a tiempo con la administración Trump. El secretario de Relaciones Exteriores de México, Marcelo Ebrard, se reunió con el secretario de Estado de EEUU, Mike Pompeo, y el vice presidente de EEUU, Mike Pence. Trump estuvo dispuesto a echarse en contra a senadores republicanos, y, según Pompeo y Pence, hablaba en serio al establecer una fecha límite y amenazar con imponer un arancel a modo de sanción económica.
La administración del presidente de México, Andrés Manuel López Obrador (AMLO), se tomó en serio la advertencia de EEUU. Su país tiene leyes migratorias más estrictas que EEUU, pero no es eficiente ejecutándolas e impidiendo la inmigración de centroamericanos (de Honduras, El Salvador y Guatemala) que usan a México como vía de tránsito hacia territorio americano.
Entre las acciones recientes de México está el congelar cuentas bancarias de traficantes humanos que son responsables de las caravanas masivas de migrantes que se dirigen a EEUU. Una acción que forma parte de lo acordado entre ambos gobiernos es que miles de migrantes que solicitan asilo a EEUU esperen en México mientras se evalúa su caso. Esto es algo que México inició desde antes de la negociación del jueves 6 y viernes 7 de junio de 2019, pero que ahora está por escrito, aunque debe ser refrendado por la rama legislativa de México.
Este no es el único acuerdo entre México y EEUU que espera por el aval de una rama legislativa. El Congreso de EEUU todavía discute el Acuerdo de EEUU-México-Canadá (USMCA, por sus siglas en inglés) que sustituye al Tratado de Libre Comercio de América del Norte (NAFTA, por sus siglas en inglés).
A pesar de que todavía ambos acuerdos con México no han sido ratificados, el logro de la administración Trump consiste en presionar exitosamente para sentarse a negociar y firmar dos acuerdos. Trump sabe que el poder económico de EEUU le da una ventaja (leverage).
Los detractores del presidente de EEUU lo atacan, como de costumbre, por “perjudicar” las relaciones con un país aliado y por “arriesgar” la economía de ambos países. La miopía de sus críticos les impide ver que la estrategia y las tácticas de negociación de Trump funcionan. Además, es un lema y principio de Trump el poner a “EEUU primero”.
Los demócratas en la Cámara Baja federal no querían que Trump lograra un acuerdo con México, porque se acerca la fecha en que anunciará su campaña para la reelección, en un evento que se realizará el 18 de junio en Orlando, Florida. Por eso, no aprueban el USMCA, para no reconocer un logro de la administración Trump. La postura del Partido Demócrata no es poner a EEUU primero ni adelantar un programa de gobierno, sino oponerse a Trump a toda costa.
Aunque hay puntos del acuerdo migratorio y de seguridad entre México y EEUU que no han sido publicados o que están por refinarse, ambas partes muestran apertura; los aranceles no fueron impuestos. México movilizó a miles de militares a su frontera con Guatemala y EEUU considera hacer lo propio para asistir en la vigilancia de esta frontera.
En 45 días ambos países evaluarán si las medidas acordadas tuvieron efecto. También, continuarán las conversaciones sobre si México se convierte en un “tercer país seguro”, lo que significa que los migrantes soliciten asilo en México, aunque su destino final sea EEUU. Es un “tercer país seguro” el estado que se acoja a la Convención sobre el Estatuto de los Refugiados aprobada en Ginebra, Suiza, en el 1951; esto implica que si un inmigrante hondureño solicita asilo en Guatemala, pero la solicitid no es concedida, México podría ser un tercer país que le dé asilo, bajo el compromiso de que si le negara la solicitud, no puede deportarlo a su país de origen, por razones de seguridad y bienestar de quien solicita el asilo.
De este modo, se evita dejarle la carga masiva de inmigrantes a EEUU. México tendría que ser más efectivo en evitar la entrada de inmigrantes ilegales por su frontera con Guatemala. Además, tendría que ser más eficiente atendiendo los casos de quienes necesitan asilo político o refugio. No todos los inmigrantes presentan condiciones favorables para que se les otorgue asilo. La tendencia ha sido pasarle la papa caliente a EEUU, pero la administración Trump deja claro que ese juego se acabó. La responsabilidad debe ser compartida con otros países.