El estatus, los fondos federales pos María y otros asuntos
El tema del estatus resurge cada vez que se acerca un periodo electoral o que se necesita reorganizar fuerzas al interior del Partido Nuevo Progresista (PNP). El gobernador de Puerto Rico (PR) y presidente del PNP, Ricardo “Ricky” Rosselló, ganó las elecciones generales de 2016 por pluralismo, porque el que más votos saque es el gobernador. Solo obtuvo un 41.76% de los votos emitidos. Sabe que los partidos tradicionales se desinflan y que su reelección pende de un hilo. Por esto, hablará sobre la estadidad hasta por los codos.
Quiere realizar otra consulta de estatus antes de que acabe el cuatrienio, pero esta vez con la pregunta “Estadidad ‘Sí’ o ‘No'”. El problema es que para ello necesita el aval del nuevo secretario de Justicia federal, que espera por confirmación del Senado federal, William Barr. El Gobernador pudo hacer una consulta con aval del Departamento de Justicia federal (DOJ, por sus siglas en inglés) al comienzo de su mandato (en el 2017), pero no quiso esperar por la respuesta del entonces secretario, Jeff Sessions. Al igual que el exgobernador Luis Fortuño, en el 2012, realizó una consulta no vinculante y poco confiable.
“Ricky” no parece genuinamente interesado en adelantar un cambio de estatus, sino en dar la apariencia de que lo está. Se opuso a que PR fuera reclasificado como jurisdicción doméstica para fines contributivos federales. No endosó a Ron DeSantis ni a Rick Scott para sus respectivas candidaturas a gobernador y a senador federal por el estado de Florida, a pesar de que apoyaron abiertamente la estadidad para PR. Tampoco se abstuvo de dar endosos a sus contrincantes. También, ha hecho varias movidas políticas contra el presidente de EEUU, Donald Trump, en alianza con la élite del Partido Demócrata nacional, que no asisten para ganar apoyo a favor de la estadidad.
Una de estas movidas fue la aprobación de una resolución del Directorio del PNP, con fecha del 10 de febrero de 2019, en la que le exige a la administración Trump “un trato justo, digno y ágil en el desembolso de los fondos federales que le fueron aprobados a Puerto Rico para su recuperación y reconstrucción”. Esta Resolución persigue demonizar a Trump, como continuidad de una agenda del Partido Demócrata. En la misma semana, el líder de la minoría demócrata en el Senado federal, Chuck Schumer, invitó al Gobernador al Mensaje de Estado del presidente de EEUU (SOTU, por sus siglas en inglés) con el fin de propagar la mentira de que Trump le quita fondos a PR.
El Directorio del PNP no indica que los fondos fueron asignados y que se recomendó designar un Coordinador para supervisar su uso. El secretario interino del gabinete de la Casa Blanca, Mick Mulvaney, acordó esto con la comisionada residente de PR en Washington, DC, Jenniffer “JGo” González. Lo que hizo “Ricky” fue establecer una posición institucional del PNP para obligar a que “JGo” adelante la misma agenda. El PNP para unas cosas es un partido demócrata y republicano y para otras es solo demócrata. Por eso, muchos republicanos y conservadores se desafilian del Partido.
Movimientos como Alianza Estadista surgen por las contradicciones del PNP, que opera como un partido demócrata que usa la estadidad solo para atraer electores. No funciona el mantener a los partidos organizados en torno al estatus sin un marco político-económico y fiscal. Hasta la década de los sesenta, en PR hubo partidos estadistas conservadores (republicanos).
Si el PNP no respeta a los conservadores y republicanos afiliados al Partido, no los Republican In Name Only (RINO), sino los republicanos comprometidos con ideas conservadoras fiscales, no hay por qué mantenerse entre sus filas. Urge la formación de un partido que no juegue bajo las reglas de la cultura política a la que se acostumbraron en PR. Hay que contrarrestar la cleptocracia y la kakistocracia, la cultura de la corrupción y de la mediocridad.
Eso requiere de que se promuevan las ideas en todos los foros posibles, sobre todo en el espacio universitario. No se debe tolerar la intolerancia que domina el espíritu académico en el Recinto de Río Piedras de la Universidad de Puerto Rico. El jueves 7 de febrero de 2019 un estudiante que conversaba con otro frente al Centro de Estudiantes fue acosado por una estudiante que no tolera el uso de gorras con el eslogan de campaña de Trump: “Make America Great Again (MAGA)”. La muchacha los grabó, les hizo preguntas personales y les dijo que se fueran del Recinto. El video fue bajado a la página de Facebook de la organización estudiantil College Republican Federation of Puerto Rico y se volvió viral. Tiene más de 90 mil visitas. Lo curioso del video es que la muchacha tilda de racista al estudiante con la gorra de MAGA, sin considerar el hecho de que es negro, con familiares loiceños y ascendientes que fueron esclavos.
Esta tendencia de demonizar a los republicanos, a los conservadores y a los seguidores de Trump etiquetándolos como racistas, llega al absurdo y a la contradicción de imponerle a personas negras, hispanas o con cualquier otra cualidad, que piensen de determinada manera. Coaccionar a las personas negras para que rechacen ideas es racismo, pues supone que no son libres de pensar por sí mismas.
Hay mucho trabajo por hacer para cambiar el estatus quo en PR. El PNP no sirve como instrumento para realizar estos cambios. El deterioro del Partido llegó a un punto de no retorno. Los conservadores y republicanos deben aprovechar la coyuntura para aportar al desarrollo de las ideas mediante la organización de partidos, think tanks, organizaciones estudiantiles, newsletters, periódicos y otro tipo de organizaciones y actividades que movilicen a quienes comparten el mismo modo de pensar.
Recomendación del autor:
Quienes quieran ver el video enlazado a la página de Facebook de la organización estudiantil College Republican Federation of Puerto Rico pueden acceder al siguiente enlace: https://www.facebook.com/749857971719395/posts/2147760538595791/