Puerto Rico es utilizado como una ficha político partidista para atacar al presidente de EEUU, Donald Trump, cada vez que se presenta una oportunidad. Sacar de contexto sus expresiones y darle un giro distinto es una táctica mediática para hacerlo quedar mal. Los políticos y directivos del Partido Nuevo Progresista (PNP) y del Partido Republicano de PR reaccionan a estos reportajes falsos sin primero cerciorarse de que la información es verdadera.

El caso más reciente de #fakenews fue el reporte sobre que Trump le quitará fondos de reconstrucción a PR para construir el muro fronterizo. Se propagó la noticia y no se hicieron esperar las reacciones viscerales por Twitter y otros medios.

Por ejemplo, la presidenta del Partido Republicano de PR, Jenniffer González, amenazó con renunciar a la presidencia. Lo irónico es que si renunciara, no se notaría, porque de todos modos el Partido no hace nada durante todo el año. Otro de los falsos indignados fue el senador PNP y líder de la mayoría, Carmelo Ríos, quien es el presidente del Caucus Nacional de Legisladores Estatales Hispanos (NHCSL, por sus siglas en inglés). Despotricó contra Trump, como buen líder demócrata; es lo que esperan de él en el Partido, que ataque sin reparos. Cuando se trata de Trump, los demócratas del PNP y del Partido Popular Democrático (PPD) son uña y carne. Carmen Yulín hizo lo propio, haciendo honor a su fama y título de niña símbolo anti Trump.

Ninguno se molestó en investigar, porque no es necesario. Es aceptable mediáticamente y políticamente correcto demonizar al presidente de EEUU.

A lo que Trump se refiere es a que puede decretar un estado de emergencia nacional para atender los problemas de seguridad que ocurren en las fronteras y ordenar al Cuerpo de Ingenieros del Ejército de los EEUU (USACE, por sus siglas en inglés) que se encargue de construir el muro fronterizo. Dejó claro que no desea hacerlo y que no está listo para decidirlo en este momento, pero no lo descarta. Prefiere que los congresistas demócratas regresen de sus vacaciones de invierno y negocien una solución. Decenas de congresistas demócratas, junto a cientos de cabilderos, están en PR en el retiro de invierno del Congressional Hispanic Caucus BOLD PAC.  Aprovechan para ver el musical Hamilton y tomarse una piña colada, mientras se broncean. Estas son sus prioridades, aunque hacen el aguaje de que se reúnen con oficiales locales para discutir asuntos de PR. El retiro de invierno no deja de ser una vacación.

Trump esta en Washington DC en espera de que los demócratas cedan y negocien la asignación de fondos para la construcción del muro fronterizo. De lo contrario, el cierre parcial del gobierno federal continuará. Si fuera cierto que para los demócratas es una prioridad resolver este asunto, no estarían de retiro, pues el presidente de EEUU canceló su viaje a Davos, Suiza, en donde se realizará la reunión anual del Foro Económico Mundial.

Es irónico que Trump logre iniciar negociaciones con el régimen de Kim Jong-un (Corea del Norte) y con el régimen de Xi Jinping (China), además de renegociar con México y Canadá un acuerdo comercial, pero enfrente más oposición de la presidenta de la Cámara Baja federal, Nancy Pelosi, y del líder de la minoría demócrata en el Senado federal, Chuck Schumer. Eso muestra cuán intransigentes pueden ser. Anteponen sus intereses partidistas a la seguridad nacional.

En el caso hipotético de que Trump usara los fondos que maneja USACE y que todavía no han sido utilizados, que rondan en los 13 mil millones de dólares, como quiera habría un sobrante de alrededor de 8 mil millones de dólares. Esos fondos no son de PR. Se deben utilizar por USACE para atender emergencias en los estados y jurisdicciones de EEUU.

El muro fronterizo es una edificación que sirve para contrarrestar la inmigración ilegal y el tráfico ilícito de mercancías y personas. Se entiende que es un asunto que atañe a las funciones de USACE. Los demócratas que se oponen omiten que su partido favoreció la construcción de un muro fronterizo en el sur de México que es efectivo para evitar el acceso de migrantes al tren comercial que va de México a EEUU. También, obvian que su partido apoyó la construcción de barreras físicas en la frontera sur de la Nación y que se asignaron fondos para reparar verjas y muros. Schumer habló a favor de reparar estas barreras en el 2009 y las consideró efectivas. ¿Por qué oponerse a la construcción de un muro fronterizo que es más fuerte, estable y efectivo, y que ya comenzó a construirse en gran parte de la frontera?

Si a los demócratas, como el gobernador de PR Ricardo Rosselló, les interesa evitar que se declare una emergencia nacional y que se usen fondos de USACE, lo que deben es presionar a los congresistas de su partido para que asignen los fondos para la construcción del muro fronterizo. No tienen problemas en favorecer la asignación de fondos para la reconstrucción de otros países del mundo ni para velar por la seguridad de otras naciones, pero les molesta que se asignen fondos para la seguridad de su propia nación. Con Trump, EEUU es primero.

La oposición a la asignación de los fondos para el muro se debe a que es una promesa de campaña de Trump que podría asegurarle la victoria en las elecciones de 2020. Los demócratas no quieren que tenga éxito, aunque eso implique un perjuicio para EEUU. No les importa que el alto mando del Servicio de Control de Inmigración y Aduanas de los EEUU (ICE, por sus siglas en inglés), bajo la administración de Barack Obama y la administración de Trump, les diga que el muro es necesario y efectivo.

El problema no es Trump, pues Obama también apoyó la reparación de barreras físicas en las fronteras. A los puertorriqueños, como ciudadanos americanos, también nos debería importar la seguridad nacional. Los líderes del PNP y del Partido Republicano de PR deben poner a la Nación primero. No debería ser una cuestión partidista. Así como el presidente de EEUU visitó a PR a pocos días del paso del huracán María, lo hizo en otros estados que enfrentaron incendios forestales, huracanes y otros desastres naturales. También, visitó la frontera sur y conversó con agentes de ICE. Cumple con su rol como comandante en jefe, presidente y funcionario público ejecutivo de mayor rango. La seguridad nacional tiene prioridad.