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Gana el que cuenta los votos

A una semana de las elecciones de medio término de EEUU los condados de Broward y de Palm Beach, Florida, y el condado de Maricopa, Arizona, todavía cuentan papeletas de votación. Sospechosamente, aperecen maletines descuidados y miles de papeletas de votación no contadas que tienden a favorecer, en una proporción inusual, a los candidatos demócratas. No hay un solo caso que favorezca a los candidatos republicanos. Las irregularidades son notables y ponen en duda los resultados finales.

La candidata republicana para el Senado federal por el estado de Arizona, Martha McSally, estuvo al frente el día de la elección del 6 de noviembre, pero una semana después la colocan perdiendo. El cambio en el resultado es dudoso y no es probable estadísticamente. En Maricopa, aparecen votando más electores demócratas que en elecciones anteriores, en una proporción poco creíble. Al comparar con otros condados, no se nota la misma proporción, por lo que líderes del Partido Republicano solicitan investigar estas incongruencias.

Estos condados en cuestión son predominantemente demócratas y tienen supervisores electorales del mismo partido. Esto le resta credibilidad al proceso.

Hay cuestionamientos sobre el voto de personas que no son ciudadanos americanos y sobre la falta de correspondencia de las firmas para validar una papeleta de votación enviada por correo. El proceso de votación adelantada y por correo tiene muchas deficiencias. Se cuentan papeletas cuya firma no es confirmada debidamente.

En dos de los condados de Florida que suelen presentar irregularidades en procesos electorales y que son predominantemente demócratas, Broward y Palm Beach, las supervisoras electorales no permitieron a la prensa observar el proceso de conteo de votos e irrespetaron una orden del tribunal de permitir acceso a inspectores. En estos condados aparecieron más maletines y papeletas de votación de forma misteriosa.

Brenda Snipes, la supervisora electoral del condado de Broward, fue señalada por violaciones a la ley electoral en elecciones anteriores. Hay un patrón histórico de irregularidades en el proceso de conteo de votos del condado de Broward.

Uno de los señalamientos realizados esta semana contra Snipes es que mezcló 20 papeletas de votación invalidadas con 185 validadas. Luego abogó por contar la totalidad de papeletas, bajo el argumento de que no se podía saber cuáles eran válidas y cuáles no.

Los candidatos demócratas para la gobernación y el senado federal por Florida, Andrew Gillum y Bill Nelson, solicitaron que se permita contar las papeletas de votación de personas que no son ciudadanos americanos. Saben que esto no procede legalmente, pero igual hicieron la solicitud.

Este patrón de irregularidades se repite en otros estados de la Nación, como Georgia, New Mexico, Texas, California, entre otros. Muchos estados permiten el voto adelantado por correo y no requieren una identificación electoral. El sistema electoral de EEUU es arcaico y parecido al de un país tercer mundista.

Puerto Rico debería servir de modelo electoral, pues es la jurisdicción de EEUU con mayor rigor y transparencia electoral. Se requiere una identificación electoral, se depuran las listas de electores, hay que inscribirse para votar y mantenerse activo como elector para no ser sacado de las listas, se puede recusar a un elector que no resida en el municipio y precinto en el cual aparece inscrito, hay un sistema de desconfianza entre partidos, todos los candidatos tienen derecho a tener funcionarios de colegio, los funcionarios de colegio que representan a cada candidato en calidad de presidentes firman las actas en los colegios y unidades, hay policías en cada unidad electoral, los colegios son salones con una sola entrada, se entinta el dedo del elector para que no vuelva a votar, se cuentan las firmas en las listas de electores y se comparan con la cantidad de papeletas de votación, se utilizan papeletas con colores diferentes para las distintas candidaturas por rama de gobierno, se coloca el símbolo de cada partido para que el elector pueda identificar sin dudas en caso de que no sepa leer, se tiene funcionarios de colegio como testigos cada vez que se realiza un voto adelantado, entre otras medidas de rigor.

Los demócratas en EEUU se oponen a medidas como la solicitud de una identificación electoral, porque supuestamente es una forma de suprimir a los electores. Subestiman a las poblaciones de hispanos y negros, pues arguyen que supuestamente son muy pobres como para obtener una identificación. Es un argumento falaz, pero lo repiten como estribillo de campaña.

El presidente de EEUU, Donald Trump, indicó que se deben investigar las irregularidades en las elecciones y en algunos casos volver a realizar la elección. Hay casos que requieren de que se asigne un fiscal especial para investigar las irregularidades.

La controversia sobre las elecciones de medio término llegó tan lejos que en el aeropuerto de Fort Lauderdale apareció un carro rentado, que tenía un maletín con papeletas de votación, y casualmente se activó una alerta por amenaza de bomba justo cuando se reportó este incidente. Hubo otras irregularidades raras e increíbles, como electores inscritos que supuestamente nacieron en el 1886, lo que implica que tienen 132 años.

El proceso electoral de muchos estados es absurdo y deja un margen amplio para el fraude electoral. Si no se hacen cambios significativos, este patrón continuará. Poco a poco se mina la credibilidad de las elecciones y se pierde la confianza en los procesos democráticos.

Es irónico que se pierda el tiempo y millones de dólares en una investigación sobre la alegada injerencia rusa en la campaña electoral de 2016, pero se permita que el proceso de conteo de votos sea deficiente.

La prensa no le dedica el tiempo que requiere este problema. La mayoría de los medios son selectivos con sus reportes, pues el “periodismo” de hoy día es activismo político.

Parece que los demócratas se llevarán más escaños en la Cámara Baja y en el Senado federal, y tal vez alguna gobernación, a fuerza de miles de votos contados de forma ilegal. Es posible que se politice el asunto y lo dejen como una mera teoría de conspiración. Le toca a los republicanos defenderse.

Los electores y ciudadanos en general deben presionar para que haya rigor en el proceso electoral, irrespectivamente del partido al que estén afiliados. Lo que se juega no es solo esta elección, sino futuras elecciones y la credibilidad del proceso democrático.

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