Trump nominó a un originalista para el Supremo
Brett Kavanaugh, el juez federal nominado por el presidente de Estados Unidos (EEUU), Donald Trump, para ocupar el puesto de juez asociado al Tribunal Supremo federal (SCOTUS, por sus siglas en inglés) que dejó vacante Anthony Kennedy, es un originalista. La controversia que divide a republicanos y demócratas, a conservadores y progresistas, y al espectro político de derecha a izquierda, no está fundamentada en la tradición y marco interpretativo del juez Kavanaugh. Ninguna de las partes debería preocuparse.
Los originalistas interpretan la Constitución de EEUU de acuerdo a la intención original, respetan el texto, el contexto en que fue aprobada y todo documento que ayude a entender a sus proponentes, que son los “padres fundadores” de la Nación. Tanto demócratas como republicanos en esencia deberían defender la Constitución y los principios que fundamentan la república de EEUU.
Kavanaugh fue nominado para tomar el lugar de un juez nombrado por otro presidente republicano, Ronald Reagan. Los demócratas y progresistas no pueden argüir con hechos que el juez Kennedy tomó decisiones sesgadas e inclinadas a la derecha. Fue considerado el swing vote o voto decisivo en la mayoría de sus decisiones.
A Trump le ha tocado nominar a dos jueces del Supremo federal para llenar las vacantes de jueces asociados nombrados por Reagan. Es un pase de batón histórico que ocurre como coincidencia, pues a Trump lo comparan con Reagan.
Trump publicó una lista de posibles candidatos para llenar la vacante de juez asociado del Supremo federal, luego de la muerte del juez Antonin Scalia; lo hizo durante la campaña presidencial. Este fue uno de los puntos medulares del debate entre Trump y Hillary Clinton. El primero prometió nominar a jueces que respetaran la Constitución de modo textualista y originalista. En cambio, Clinton defendió una postura progresista y más inclinada a la interpretación de la Constitución como un organismo vivo que se adapta a los tiempos; en otras palabras, nombraría a un “juez legislador” o juez que se atribuye funciones legislativas y modifica el texto original.
Cuando el juez asociado Kennedy anunció su retiro, Trump, nuevamente, consideró una lista de posibles candidatos y los evaluó. Escogió a un candidato con la preparación académica, la experiencia y la trayectoria de un originalista. Cumplió su palabra por segunda ocasión.
Por un lado, los conservadores never trumpers dudaron de Trump, por su biografía y formación liberal demócrata. Muchos cuestionaron si era realmente republicano y conservador. Sin embargo, sus decisiones los dejan sin argumentos, pues hizo valer su palabra al nombrar a jueces originalistas y respetuosos de la Constitución.
Pero, hay otros sectores ideológicos que rechazan a Trump y a sus nominados para el Supremo. Conforman la otra cara de la moneda.
Los manifestantes progresistas e islamistas que interrumpieron la audiencia de confirmación del Senado federal en la que se evalúa al juez Kavanaugh, no representan a los demócratas que respetan el orden constitucional. Una de las manifestantes, Linda Sarsour, es una islamista que promueve votar por los candidatos socialistas democráticos, musulmanes y más inclinados a la izquierda. Defiende los valores islamistas enmascarándolos con el feminismo. No acepta la victoria de Trump y se opone a la confirmación de Kavanaugh, a pesar de que el originalismo no es una amenaza para ningún moderado de izquierda a derecha.
Las activistas como Sarsour no defienden la Constitución ni el orden americano. Abiertamente convoca a votar por candidatos demócratas, aunque no se simpatice con ellos, solo para que los republicanos pierdan la mayoría en el Congreso. Esta postura no es razonable ni justifica el interrumpir el debido proceso para confirmar a un juez asociado del Supremo federal. No tiene un argumento válido para persuadir a congresistas moderados de ambos partidos.
En su intervención en las vistas para la confirmación del juez Kavanaugh, el senador federal por el estado de Texas, Ted Cruz, astutamente cita al expresidente de EEUU, Barack Obama: “Elections have consequences”. Cruz es republicano y conservador, pero toma prestadas las palabras de Obama, porque ilustran que en efecto cuando se vota por el presidente de EEUU, se elige a quien nombrará a los jueces. Si Trump fue electo, está en orden su nominación del juez Kavanaugh, no solo porque es el procedimiento constitucional, sino porque es lo que eligieron los constituyentes.
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