Trump cambia la cultura política del gobierno
Los cabilderos no tendrán cabida en el gobierno de Donald Trump. El proceso para escoger a su nuevo gabinete y su equipo de trabajo siguió este principio. Para acabar con prácticas como el soborno y otras formas de corrupción hay que empezar por la casa. La Casa Blanca se autoimpone una limitación que dificulta el abuso de poder, porque fortalece la separación de poderes. El ejecutivo en Puerto Rico debería emular esta práctica si quiere romper con la cultura política que ha minado la credibilidad del gobierno y si desea estar en sintonía con el nuevo Presidente.
La Junta de Supervisión Fiscal creada por la ley federal PROMESA responde a esta necesidad de fiscalizar, evaluar las finanzas del gobierno, cumplir con el orden constitucional y hacer viable la recuperación fiscal y económica de Puerto Rico. Pagar la deuda constitucional y extraconstitucional, cuadrar el presupuesto gubernamental sin déficit y mejorar el crédito del gobierno son algunos de los objetivos de la Junta.
Hay una línea trazada por el Congreso que converge con la nueva cultura política que promueve Trump; esta desemboca en Puerto Rico y en otras jurisdicciones de Estados Unidos. Se entreteje una red fiscal que no da espacio para más de lo mismo. La corrupción, el despilfarro y la improvisación no serán toleradas.
De este modo, los conservadores fiscales establecen su agenda en toda la Nación. Los nombramientos que Trump ha hecho hasta el momento incluyen a conservadores que no lo endosaron o que estuvieron en su contra durante el periodo electoral. Así, demuestra que está dispuesto a ceder y a conformar un gabinete que represente a toda la gama ideológica del Partido Republicano. Es un momento idóneo para que Puerto Rico se monte en esta ola.
El nuevo gobernador de Puerto Rico, Ricardo “Ricky” Rosselló, comparte lugares comunes con Trump. Ambos deben ser pragmáticos y hacer alianzas con miembros de su partido. “Ricky” no es republicano, pero escogió como compañera de papeleta para Comisionada Residente a Jenniffer González (“JGo”), Presidenta del Partido Republicano de Puerto Rico. Invitó a Ben Carson, precandidato a la presidencia de Estados Unidos por el Partido Republicano, a la llamada “Convención de ‘Ricky’ Rosselló”. Gobernará con una Asamblea Legislativa presidida por republicanos de su mismo partido. Además, tomará decisiones guiadas por una Junta de Supervisión Fiscal que goza del apoyo de la mayoría republicana del Congreso.
Con Trump, se presenta una excelente oportunidad para poner la casa en orden. Puerto Rico no debe desaprovecharla.
Nota sobre el blog: Soy Exvicepresidente Estatal del College Republican Federation of Puerto Rico; también, fui precandidato a delegado de los precandidatos a la presidencia de Estados Unidos por el Partido Republicano, Ron Paul (2012) y Donald Trump (2016). Mi marco político económico es conservador fiscal. Los invito a seguirme para conversar sobre las propuestas de Donald Trump y su relación con Puerto Rico.