La Cumbre de Seguridad promovida por el Gobierno de Puerto Rico para atajar el crimen generó diversas propuestas en las que no estuvo incluida la mediación de conflictos. Aunque se promovieron soluciones como el acceso efectivo a la educación, el mejoramiento en las condiciones socioeconómicas de la población, incentivar la educación temprana, la promoción de actividades recreativas (como deportes), entre otras iniciativas, no se mencionó o profundizó que elementos debe tener esa educación para que sea realmente transformadora.
La mediación de conflctos ha dado resultados positivos en el mundo entero. Paises de América Latina, Europa, África y EU han selecionado la mediación como parte de su estrategia para el manejo de conflictos y la criminalidad. La mediación de conflicto ha resultado como un disuasivo ante la violencia y ha sido parte de una estrategia preventiva inclusive hasta en conflictos bélicos de carácter internacional.
Muchos de los conflictos que no se atienden adecuadamente tienen un potencial alto de convertirse en violencia. Historicamente, las respuestas gubernamentales son muchas veces cuestionadas por su ineficiencia e inefectividad; enfocadas en el castigo, en aumentar penas, en más policías y muy poco en trabajar la violencia como un problema de salud pública. Se promueven escasos acercamientos comunitarios, alternativos, no-punitivos para manejar la problemática de la violencia. Nos alegra que se haya recorrido el camino de una “mano dura contra el crimen” (enfoque meramente punitivo y policiaco), a una “mano amiga” (alineado con una justicia restauradora y preventiva).
Creo en la riqueza del conocimiento de las comunidades y de las grandes aportaciones que pueden ofrecer sus experiencias para manejar exitosamente el problema de violencia en el país.
En un escenario comunitario cada vez más complejo, se hace urgente y apremiante profundizar en estrategias de intervención que tomen en cuenta estas realidades y no se conviertan en respuestas simplistas. La mediación comunitaria puede ser una forma de balancear las relaciones de poder de los escenarios comunitarios dando formación, acceso y participación en la búsqueda de justicia y bienestar social de la comunidad. Habemos personas formadas, con experiencia internacional y listas para promoverlo. Solo hay que tener la voluntad y como sociedad explorar todo lo que la mediación de conflictos nos puede aportar a tener una mejor calidad de vida en nuestras comunidades, cárcceles, escuelas, centros de trabajo y gobierno.
Para lo próxima ocasión que se vaya a trabajar con el tema de seguridad y violencia: ¡nos invitan! Será un gusto participar y aportar para ayudar construir el país que nos merecemos todos.
¿Qué podemos hacer para prevenir la violencia?
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