Ora-cción
A esta fecha, ya todos conocen a Toño, mi gran amigo y colega entumorado. No se ríe ni en las fotos familiares. Es depresivo, hipocondriaco, pesimista…. y sobre todo: ateo.
Lo quiero, pues, porque lo quiero. Y porque lo quiero, lo acepto como es.
Es un primor. De esos que critican a los que nos despedimos echando bendiciones como hacían nuestros padres, que de tanto santo que nos enviaban, no sabíamos si habría espacio para nosotros en el asiento de atrás.
Sin embargo, tal y como muchos toños de la vida, clama por Dios Padre, Dios Hijo y Espíritu Santo cuando se encuentran en aprietos. Pide, pide, pide, pero no mueve un dedo para ayudarse, o para colaborar con Dios.
Les cuento que mi amigo sale hoy para un chequeíto de rutina con la peor de las actitudes. Me dijo que si le encuentran otro masacote (su nombre para el tumor cerebral), deja los tratamientos a ver si mi dios le hace el milagro de sanarlo.
Honestamente, entiendo que es un reto a Dios.
Aprovechando la coyuntura, me apropié de uno de los cuentos-anti-chiste de Pepo, uno de mis ex (ex colegas de este medio), y se lo voy a decir antes de despedirme, a ver si reacciona:
“Érase que era un ateo que vivía al lado de un rio. Tras unas lluvias intensas, el rio crecido se desbordó. Según pasaban los minutos, el nivel del agua continuaba subiendo. Para no morir ahogado, el ateo subió al techo por el enrejado del balcón mientras recitaba como el papagayo un ‘Padre Nuestro’, la única oración que recordaba.
“Asustado y molesto gritó: ‘Si Dios existiera, vendría a salvarme’. En ese momento, apareció un muchacho en una balsita que parecía de juguete. Pero el ateo rechazó la ayuda diciendo ‘Si Dios existiera, vendría a salvarme’.
“Después llegó un rescatista debidamente uniformado. También los rechazó con el mismo sonsonete: ‘Si Dios existiera, vendría a salvarme’.
“Ya el rio era un mar y nuestro ateo estaba con el agua al cuello. De la nada, apareció un helicóptero que le tendía una canasta… ¡Ese fue el último intento de Dios por salvar al ateo!
“ ‘Fui en la balsa, era el rescatista y el piloto del helicóptero. ¿Qué otra señal querías?’ ”
Quiero que mi amigo entienda que la oración es necesaria, pero también hay que tomar acción.
Ahora a ver cómo reacciona mi amigo el ateo, que se acuerda de Dios en momentos de crisis, para pedir milagros; pero se niega a recibir los tratamientos que gracias a Dios, tiene la oportunidad de recibir.