Mercedes y la Cuaresma
Mercedes es su nombre, la conocí mientras hacía la fila en la farmacia, y ella trataba de pagar su compra. Demasiado delgada para su estatura, demasiado encorvada y frágil como para andar sola con su bastón y una cartera, en la cual no lograba encontrar el dinero para hacer el pago. Allí estuvo un rato mientras la cajera, con gran paciencia, la ayudaba a escudriñar en la cartera y yo la observaba detenidamente. Al caer su bastón al suelo, me … Ver más ➡