Lo advertí antes y repito la advertencia: MAL MOMENTO han escogido los anexionistas en nuestro país para exigirle al gobierno de los Estados Unidos la admisión de Puerto Rico a la Unión Federal como el Estado 51.

Y subrayo EXIGIRLE porque de eso se trata el plan Tennessee.

Exigirle a un congreso republicano y a un Donald Trump no es nada fácil.  Menos aun cuando se exige hacer parte integral de los Estados Unidos a una nación hispano parlante, quebrada económicamente y justamente cuando millones de ‘americanos’ demuestran el más acendrado de los nacionalismos matizado por prejuicios en contra de latinos. Se trata simplemente de nadar en contra de un tsunami político.

Y pensar que la carta de presentación de estos peregrinos es una ciudadanía ‘americana’ de segunda clase diseñada para, precisamente, obviar cualquier pretensión de unirse a la Unión Federal.  ¿No ven en ello la mano del discrimen? Más de cien años de frustraciones lo prueban. Comenzaron exigiendo el derecho a votar por el presidente de los Estados Unidos y nada han conseguido. Ahora van tras el premio mayor. Mal momento.

El entusiasmo del juvenil Ricardo Rosselló es genuino y desemboca en la creación de una Comisión de la Igualdad compuesta por siete estadoistas, sugerida por su padre. La Comisión, para colmo de males, adolece de una falta de afinidad de criterios entre sus miembros que trasciende principios partidistas ¿Se imaginan a un Carlos Romero Barceló poniéndose de acuerdo con Pedro Rosselló o un Rosselló entendiéndose con Luis Fortuño? Lo disfuncional de esta comisión se agrava con el nombramiento de Félix Santoni un retirado General de las Fuerzas Armadas de los Estados Unidos. Qué ya no ‘toca base’ con ningún congresista importante. Quizás sea Iván Rodríguez el que pueda ‘tocar base’ con todos sus compañeros de comisión, pero de ahí a jonronear o evitar un robo de base va buen trecho. Se trata de otras Grandes Ligas en las que se requieren conocimientos de la historia y de la política. No basta con ser un ‘Hall of Famer’ en el deporte. No obstante, en la misma página del republicanismo rancio veremos a Fortuño y a la Sra. Fonalledas. Cabe preguntarse, ¿cómo reaccionarían los Young Republicans de Houston a la petición de Fortuño? Charlie Rodríguez completa la comisión de los 7 y nadie duda de que Charlie se acomodará en todas las páginas, pero el liderato de este grupo heterogéneo no deja de ser una incógnita.

Y llegamos al gran propósito de la IGUALDAD.

Se pretende bailar ese trompo en el país de las desigualdades. Igualdad ¿de qué? y ¿para qué?

La desigualdad la viven todas las minorías en una nación donde el 1 por ciento de su gente rica, claro, controla un 70 por ciento de toda su riqueza.  Y los peregrinos puertorriqueños son latinos; o sea minoría, no importa lo que diga su pasaporte.  Y somos una minoría que Trump no solo quisiera sacar de Estados Unidos, sino que proyecta erigir una muralla para que no regresen. Todo queda claramente expuesto:  ‘sobre el tapete’.

Y sobre ese tapete, ahora, no hay ni en el Congreso ni en el ‘Oval Office’ un proyecto de Estadidad para Puerto Rico.