Cuando el senador por Oklahoma Jim Inhofe acusó al Gobernador de Puerto Rico, Pedro Rosselló de politiquero en las Vistas Congresionales sobre Vieques donde la Marina de los Estados Unidos tenía un campo de tiro y maniobras navales perturbando la vida de los viequenses con sus bombardeos y de paso dañando un paraíso ecológico de nuestro archipiélago, Rosselló le respondió denunciando el abuso del Pentágono que ya había cobrado la vida del boricua David Sanes. Y le dijo que se fueran de Vieques para no seguir ensangrentando sus manos. Y cerró su gran defensa de nuestra patria con un DON’T PUSH IT, frase que Inhofe calificó de una amenaza y una falta de respeto al poder imperial. Y se ahogó en su arrogancia.

De sus ocho años como incúmbete de La Fortaleza ese momento de coraje e indignación de Pedro Rosselló ha sido el que será recordado como el más importante de su gestión gubernamental.

Mírate en ese espejo Ricky porque el maltrato de los Estados Unidos con los puertorriqueños ha sido consecuente, cruel e insoportable desde que Barack Obama iniciara su segundo cuatrienio. Mantuvo preso injustamente a Oscar López Rivera y rehusó ayudarnos en solventar nuestra crisis fiscal yendo al extremo de firmar una Ley Promesa que viola todos los principios democráticos que se supone ellos, los Estados Unidos, defienden en todos los escenarios políticos de este mundo.

Haber puesto en sindicatura al gobierno de Puerto Rico, en manos de una Junta Imperial que ni nos representa ni nos defiende, es la humillación más grande a la que en 115 años de coloniaje se haya sometido a nuestro Pueblo. Ricky, los ‘americanos’ nunca nos han respetado y las protestas y manifestaciones que estás viendo son un reflejo del encojonamiento de un pueblo maltratado. Y todo por satisfacer la codicia capitalista de Wall Street, de cangrimanes que le es completamente indiferente el crear una crisis humanitaria que nos hunda en la miseria. Abusadores son.

Ponte al lado de tu gente, de los puertorriqueños.

¡QUÉ FALTA HACE OTRO DON’T PUSH IT!