Hay plebiscitos que son trampas.

De eso se trata el de junio 11. Una ganga por $2.5 millones.

Los penepés no saben en lo que se están metiendo, y en el peor de los momentos, como expliqué con detalle en mi último blog sobre este asunto del Estado 51.

Me recuerda al del 1967, cuando Luis Muñoz Marín lo impuso a sus correligionarios a pesar de que muchos de ellos le advertían sobre el peligro de poner a competir a un ELA colonial contra un movimiento anexionista que surgía fuerte bajo el liderato de Luis A. Ferré. Ese ELA, que triunfó en 1967, quedó hecho pedazos en junio de 2015

Pero se hizo la voluntad de El Vate, y en cuestión de dos años el Partido Nuevo Progresista desbancaba del poder al Partido Popular. Aquíi no está en juego el poder gubernamental. Se trata de un esfuerzo de Ricky Rosselló por poner a prueba el status de la Estadidad versus un combinado de las fuerzas nacionalistas del País. Piensan, los que diseñaron este concurso, que al incluir la Independencia en la misma papeleta que la Libre Asociación aseguraban el triunfo en favor de su ideal anexionista.

Y los populares, en vez de unirse a los independentistas para derrotar la Estadidad, andan por ahí predicando estupideces como la de votar en blanco o boicotear el plebiscito, pensando nada menos que en resucitar un ELA culminado (Whatever the hell that is). Lo hacen en un momento en que una Junta de Control Fiscal ha desmantelado, no solo al fraudulento ELA sino todo lo que pudo haber habido de residuos democráticos en Puerto Rico.

El pie forzado es la ciudadanía “americana”.

Con la Estadidad se garantiza y con la Libre Asociación “maybe”, mientras que con la Independencia se reconoce jurídicamente la ciudadanía puertorriqueña, la misma que nos garantiza una participación sin límites en el ámbito deportivo internacional como la que gozamos en el “World Baseball Classic”.

Por supuesto, a Washington le importan tres pitos el resultado de este plebiscito, y no son pocos los congresistas que ni se enterarán que hubo tal cosa.

Y ahora con Donald Trump en Casa Blanca, me imagino que al preguntar “What are puertorricans doing?”.  “They are voting sir”. Y entonces el trompo pregunta: “What the hell for?”

– For Statehood, Mr. President.

– Are you kidding me?