En una variante del ‘don’t push it’ de su padre, Ricky Rosselló, le advirtió al Comité de Descolonización de la ONU que si fallan en lograr que el caso de Puerto Rico se discuta en la Asamblea General este año estarían pecando de complicidad en el crimen de coloniaje que ha cometido y comete el gobierno de los Estados Unidos sobre el Pueblo de Puerto Rico.

¿Sorpresa?

Mucho de eso hubo entre los que acudieron a las vistas y ciertamente lo fue para la oficialidad del cuerpo que discute el caso y de los representantes de la nación imperialista objeto de las acusaciones. El gesto de liderato no pasaría desapercibido.

Lo que tampoco pasará desapercibido es un liderato del PPD empeñado en mantener viva la imagen de un Estado Libre Asociado “que nos sirvió bien una vez” cuando la realidad es que todo lo que se hizo en su nombre se pudo haber hecho como la COLONIA de Puerto Rico.

Tan temprano como en 1948 la COLONIA lograba personalidad deportiva internacional compitiendo en las Olimpiadas de Londres. Y ya se había iniciado la revolución industrial en la isla. Si para algo sirvió el ELA fue para encubrir el crimen del coloniaje del cual era víctima la nación puertorriqueña. En fin, un lavado de cara para el Imperio.

Y Rosselló sorpresivamente acusó al Comité de Descolonización de ser cómplice de Washington en esa maniobra imperialista.

La idea de reunir a las partes (el presidente de USA y el del Comité de Descolonización) con el imperio y la colonia fue compartida por María de Lourdes y Aníbal y parece una ruta de esperanza. Y no puede pasarse por alto la responsabilidad de los Estados Unidos con la deuda de esos 7 billones de dólares, detalle que trajo a colación Héctor Pesquera cuando planteó la pregunta de ¿Quién le debe a quién?

Todo le ha salido mejor a los peregrinos que esta vez tienen en la picota a un culpable confeso. Oremos.