El impago
Como si fuera el lamento de un pecador pidiendo perdón, el Gobernador Alejandro García Padilla anunció el impago de la deuda. Y en el mismo tono la explicó.
Yo esperaba ver a un gobernador “enfogonao”, diciéndole al gobierno de los Estados Unidos algo como lo siguiente:
“Hice lo que tenía que hacer para defender los intereses de mi pueblo ante la actitud irresponsable y mezquina de unos Estados Unidos indiferentes a las condiciones de indefensión que ha sufrido y sufre Puerto Rico desde que fuera convertido en una colonia de esa nación en 1898”.
Alegar que la deuda de Puerto Rico es responsabilidad primaria y única de os puertorriqueños por mandato constitucional, obvia el hecho de que la constitución del Estado Libre Asociado nada ha valido ni vale ante el poder absoluto que ha ejercido y ejerce el Congreso sobre el archipiélago de Puerto Rico, por medio de la cláusula territorial del “US Constitution”
Es puro chiste aludir a la ciudadanía “americana” de los puertorriqueños para exigirle al imperio que atienda y ayude a solventar la crisis fiscal de nuestra patria, sabiendo que para lo único que nos ha servido esa ciudadanía es para exiliarnos entrando y viviendo en un estado de la unión federal.
Lo que no es un chiste es como la gran democracia de los Washington, Jefferson y Lincoln ha sometido a Puerto Rico a una explotación de tipo colonial que ha incluido el sacrificio de soldados puertorriqueños heridos y muertos como parte del ejército “americano” en las guerras de Europa, Corea, Vietnam y el Oriente Medio. Para eso, sí servimos
La actitud ante los yanquis no puede ser de sumisión y lamento ante la injusticia del coloniaje, sino más bien de abierto desafío a su autoridad imperial. Y a los bonistas, advertirles que vayan canalizando sus gestiones de cobro al dueño del circo: los Estados Unidos de América.
¡Qué pague el imperio!