“Yo soy SOCIALISTA”.

Con esa consigna Bernie Sanders desafió el ‘establishment’ en las primarias presidenciales de Iowa sacudiendo los cimientos ideológicos del Capitalismo rancio representado por republicanos como Trump, Ted Cruz, Marco Rubio y la candidata demócrata Hillary Clinton.

Este veterano político de 75 años y de ascendencia judía y polaca fue el gran ganador en esas primarias de iowa que los medios adjudicaron al conservador Ted Cruz por su triunfo sobre Donald Trump.

Bautizando su campaña como una REVOLUCIÓN POLÍTICA, Sanders enfiló sus cañonazos a los poderosos como Wall Street y a todo un sistema económico en la que han proliferado las DESIGUALDADES que se reflejan en millones de ‘americanos’ pobres careciendo de seguro médico y enfrentando altos costos de educación con los que no pueden cumplir quedando asi al margen de mejores oportunidades de trabajo y de una mejor calidad de vida.

El socialismo es una buena idea, pero hay que estudiarlo y conocerlo en su esencia y no meramente como lo describen los capitalistas que lo asocian con gobiernos totalitarios anti democráticos. Sanders no tiene reparos en explicarlo y convertirse en su portavoz en el más hostil de los escenarios. Y hablando de totalitarismo y dictaduras, basta con recordar las de capitalistas como Trujillo, Somoza, Hiler y siga usted por ahí.

Basta con escuchar a Bernie Sanders en sus presentaciones o en los debates para apreciar la sabiduría de su verbo vis a vis la de sus adversarios y ciertamente su tajante rechazo a la INJUSTICIA. Sorprendente ha sido la reacción de la juventud a su mensaje. confirmando que es precisamente su prédica la que ha provocado su adelantamiento en su campaña por lograr la presidencia de los Estados Unidos. No se trata de un billonario o un hombre de una personalidad atractiva. El enorme valor de Sanders es su PALABRA y su compromiso con erradicar de la sociedad ‘americana’ las INJUSTICIAS.

Y esa es su religión como muy bien lo explicó el miércoles en su confrontación con Hillary Clinton en el Town Hall de New Hampshire. Es su compasión por los pobres, los necesitados y en eso hace una alianza ideológica con el Papa Francisco. Algo así como vivir en función del prójimo. Eso es lo que cuenta para Sanders y una sociedad tan convulsa como la norteamericana acoge con entusiasmo muy especial las ideas y creencias de este veterano activista social. De este SOCIALISTA.

En estos momentos veo con mucho optimismo la candidatura de Bernie Sanders. Le queda mucho trecho por recorrer, pero el éxito que obtuvo en Iowa nos asegura que la calidad de su verbo se hará sentir hasta la víspera misma de las elecciones generales en noviembre. Y para votar por él solo bastaría escuchar su mensaje; un mensaje que

convence por la lógica de un humanismo sincero que promete acabar con las desigualdades e injusticias del capitalismo corporativo que agobia la democracia norteamericana.