TROMPITO
Más de una docena de prominentes políticos republicanos en los Estados Unidos de América se proponen ocupar la presidencia de esa nación. Y acaba de entrar al ruedo primarista el multimillonario Donald Trump.
Lo primero que hizo este personaje fue ofrecer como carta de presentación y elegibilidad una fortuna que suma sobre 4 mil millones de dólares. Todavía la prensa y una mayoría del liderato político ‘americano’ cree que se trata de un chiste. Sin embargo, algunos intelectuales ven ribetes de tragedia en esta broma porque piensan que Trump sería una amenaza para toda la humanidad como comandante en jefe de todo el poderío bélico de los Estados Unidos. Y hay que preocuparse porque si el Pueblo ‘americano’ apoyó a George W. Bush para morar en Casa Blanca por ocho largos años no sería sorpresivo que votarán por Trompito.
Claro que el peor enemigo de esta candidatura es el propio Trump. Bastaría con dejarlo hablar todo lo que piensa y siente para descalificarlo. O sea, esta caricatura de líder representa todo lo que es feo (ugly) de la democracia capitalista donde naciera y se criara hace unos 69 años. Acaba de insultar a los mexicanos con el daño colateral de que todos los latinos se sienten ofendidos. El castigo le costó unos cuantos milloncitos.
El primer paso hacia la Casa Blanca para Donald Trump es procurarse la nominación por el Partido Republicano y no hizo más que anunciar esa intención que las encuestas lo colocaron segundo en la lista de favorecidos muy cerca del puntero Jeb Bush. Ya el chiste hace menos gracia. Trompito no perdió tiempo en hablar bien de Jeb para luego insinuar que no sirve para el puesto y bastaría imaginárselo negociando con ISIS.
El segundo paso sería derrotar a Hillary Clinton y no tuvo reparos en mencionar los muchos billetes que había regalado a los Clintons añadiendo un “I have given money to everybody” . Money,money money. Es es es el principio y fin de este personaje. El dinero hace y deshace. Oremos.
Y ¿qué promete Hillary Clinton?
En el cuatrienio que comienza en enero del 2017 asoman retos muy serios para una nación dividida por una lucha de clases con acentos raciales y desigualdades económicas que reflejan bolsillos de pobreza en un panorama de abundancia multi billonaria como no hay en ninguna otra parte del planeta. En cuanto a nosotros, niide uno u otro presidente de los Estados Unidos puede Puerto Rico esperar un trato diferente al que nos sometiera Barack Obama. La señora Clinton tiene muy poco de liberal y Jeb Bush habla español pero es republicano y eso es una camisa de fuerza conservador que no desabrocha.
La quiebra económica de Puerto Rico y la naturaleza colonial del Estado Libre Asociado ni le importa ni le preocupa a ninguno de estos candidatos. Vienen y vendrán a la isla a prometer villas y castillos a cambio de llevarse billetes para sus campañas políticas. Su consignia la cantaban los Beatles:
“Let it be, let it be”
El relámpago primarista de Donald Trump y la sorpresiva aceptación de un once por ciento del electorado ilumina en cinemascope la mediocridad de una sociedad democrática que ya demostró lo que sabía y daba cuando eligió a un presidente de fraternidad como George Bush, no una vez sino dos veces, para dirigir los destinos de la nación más rica y poderosa del Mundo. Milagroso fue que este personaje cuasi bíblico no produjera el apocalipsis.
Pero Bush y sus secuaces no dejaron de hacer mucho daño porque de su santa guerra quedaron los escombros de Irak y Afganistán de donde surgieron los ejércitos de ISIS comprometidos con ajusticiar a esa civilización occidental (nosotros) por crímenes de guerra, invasiones y descarnada explotación económica del oriente medio. Trompito promete bregar con esos pichones de califas asegurándonos que les comerá los dulces. Ay mi madre.
Mientras esa espada de Dámocles guinda sobre la humanidad, Barack Obama exhibe sus habilidades de oratoria y teatro en los velorios y entierros de sus hermanos de raza. Lo dijo bien cuando se cuestionó porque en Estados Unidos se cometen estos crímenes de odio empañando la imagen del ‘american way of life’ Y claro, tan pronto exhibe su retórica aumenta su popularidad en las encuestas pero en cuanto a ir del dicho al hecho le falta mucho trecho. Como dirían en el deporte: “Barack talks a good game”.
Pero Obama no tiene futuro y en el 2017 no valdrá ni para pool ni para bancas así que ,volviendo a Trompito, yo espero, como todos los cuerdos de este mundo esperamos ,que la burbuja de su ego se disuelva en los aires de la `sensatez’…