Fuerza de cara
Me preocupa Barack Obama. Me preocupa por lo mal que representa ala nación más poderosa del mundo y que, solo por ser presidente delos Estados Unidos de América, lo invitan a pronunciar undiscurso en Bruselas, sede de la OTAN, reconociéndole un lideratoque no se ha ganado ni merece.
Me senté a verlo y escucharlo el miércoles por la tarde y penséque, luego de los saludos protocolarios, el carcelero de Oscar LópezRivera le pediría perdón a todos los dignatarios en el G -7 por haber sido objeto, ellos y sus agencias, del más burdoespionaje perpretado por la National Security Administration desu América. Nada de eso porque, con la mayor fuerza de cara, Obama le dejó saber a la distinguida audiencia que considerabafundamental el principio de “All men are created equal”. Riñe laexpresión con la tésis del ‘exceptionalism’ norteamericano, unaprogresión geométrica del ‘Manifest Destiny’.
Separando las pajas, Obama fue al grano afirmando que Putin es unhijo de su apellido y que ordenó la invasión de Crimea y pretendeinvadir a Ucrania. La realidad monda y lironda es que no hubo talinvasión y sí un referéndum en el que los crimeanos votaron 96.5 a3.5 en favor de anexarse (volver a ser parte) de Rusia. Aludiendo alconcierto de voluntades entre europeos y americanos, Obamatranquilizó a los presentes al decir que no habría intervenciónmilitar de la OTAN en Ucrania. Pura perogrullada, porque no es lomismo pelear con los iraquíes que fajarse con el ejército ruso.
Viendo a este personaje despacharse con la cuchara grande ante unaaudiencia que incluía al rey y la reina de Bélgica uno tiene quepreguntarse ¿a cuenta de qué se le brinda a Barack Obama elprivilegio de exponer su tésis en tan distinguido foro? La respuestaes una sola: preside la nación más rica y poderosa del planeta;rica en dólares y poderosa en armas. Sin embargo su ‘standing’ comomoralista no lo cualifica porque un hombre que le da la espalda a lainjusticia (Oscar López) pudiendo corregirla, no puede predicarsobre el bien y el mal. Obama no es ningún Mandela.
Pero enPuerto Rico, el ‘muchacho’ cuenta con el vicario de Aristóteles comoapologista, en desafío, claro e irónicamente de la ‘lógica’.Afortunadamente, el también profesor Pinchi Méndez cuadrólas deducciones de una premisa falsa en favor de Vladimir Putin.
Y en las afueras del recinto donde Obama condenaba el supuesto usode la fuerza militar rusa para ‘anexarse’ a Crimea, organizacionesvarias condenaban la presencia en Bruselas del presidente de losEstados Unidos y de ese G 7 que poseían más de un 60% de latotalidad del armamento bélico en el planeta. A lo que los dueñosdel circo ripostaban aludiendo a los premios Nobel que habíanrecibido , tanto Obama como la OTAN en los últimos años. Esaprotesta masiva no la trasmitió CNN, claro.
Ya no se habla decomo Putin le sacó las castañas del fuego a Obama y al Tío Samcuando se contemplaba una invasión de Siria por el ejércitonorteamericano. Y el ‘malo’ de Putin intervino para evitar unholocausto militar en Damasco. La crisis en Ucrania la provocóel golpe de estado que le dieron a un presidente electo por el Pueblocuyo gran pecado consistía en oponerse al acercamiento de su nacióncon la Unión Europea, plan favorecido por los Estados Unidos y laOTAN porque separaba a Ucrania de la órbita rusa de influenciapolítica y económica.
Dondequiera que Obama comparezca paraexponer sus verdades e ideales ‘democráticos’ hay que señalarleslas realidades que delatan su hipocresía. Como cuando habló de Irakcomo si las miles de toneladas de bombas que Estados Unidos dejócaer sobre Bagdad ‘salvaron la democracia’ y al acabar con SaddamHussein dejaron a los iraquíes en paz y en las ‘papas’. Los dejaronpelaos y peleando.
Los de lacaballería, los ceros y otros ‘sin nombres’ me tildarán derusófilo. Pero entiendo que cada cual entiende y hace lo que puede.Los que no tienen excusa son aquellos que, siendo inteligentes ysabios, se equivocan valiéndose deshonestamente de la más pura delas lógicas: la aristotélica.
Porque colocar a Barack Obamaen el mismo pedestal que el Papa Francisco I o Nelson Mandela essimplemente un sacrilegio secular con mucho de fuerza de cara.