No es nada agradable sentarse frente a una computadora a escribir sobre lo que pasa en un mundo donde proliferan crímenes de todas clases y colores y en nombre de ideologías laicas y religiosas que predican pre juicios y desigualdades que convierten a los seres humanos en depredadores sin respeto alguno por la vida del prójimo.

En ese mundo ha surgido otro, el de Donald Trump del cual es dueño absoluto. Dueño para decir y hacer lo que le venga en ganas desde la presidencia de la nación más rica y poderosa del planeta.

Por eso, cuando en sus conferencias de prensa asume una postura presidencial, coquetea con la cordura y la sensatez. Sin embargo, cuando habla como Donald Trump en sus mítines y rallies políticos, este megalomaniaco da rienda suelta a sus excentricidades y ex abruptos cargados de prejuicios que rayan en el odio.

Hablando sobre Afganistán en su conferencia de prensa, el presidente Trump no soltó prenda de lo que pretendía hacer en esa jungla de tribus donde los Talibanes han establecido su hegemonía. Se trata de un país que Osama Bin Laden logró liberar del yugo soviético con el apoyo de los Estados Unidos y al que ahora se le define como un ” safe haven” para terroristas que allí pueden preparar sus agresiones sin temor a ser capturados o ajusticiados permanentemente. Quedamos en el limbo sobre las alternativas de incrementar el número de tropas americanas en este teatro de guerra o simplemente el desalojo de las mismas. En fin, nada dijo que valiera la pena reseñar y una vez más dio muestras de no saber que prometer.

Habría que esperar por su discurso en Phoenix donde le aguardaba una multitud de fanáticos a quienes siempre le brinda lo mejor de su histriónica personalidad. Este sería el verdadero Trump que, sin embargo, se topó con la sorpresa de miles de protestantes que matizaron su ‘rally’ de disturbios callejeros.

Sorpresa negativa recibió Trump cuando en las afueras del recinto donde hablaría se congregó una multitud de opositores a sus doctrinas y mandato. Y no es meramente que Trump se equivoque, sino lo seguidito que lo hace. Porque, esa misma noche en Phoenix desarrolló un discurso tan divisivo y controversial que provocó la crítica severa de sus correligionarios republicanos. Ese es el verdadero Trump que abusa de la mentira y del insulto para reinar en ‘su mundo’.

¿Qué hacen los Estados Unidos en Afganistán?

“We are killing terroristas” dice el presidente. (no convence).

La pregunta se la debe estar haciendo Trump todos los días sin que se le ocurra sugerir algo que pueda parecer una victoria.

Y así los Mundos de Trump se le van achicando, tanto el presidencial como el de su liderato personal que ya recibe el rechazo de una mayoría del Pueblo ‘Americano’.