No iba a terciar en una polémica ambientalista que los expertos en esa materia han atendido muy bien defendiendo la salud de Peñuelas y pueblos aledaños, pero me indigna y me encoleriza ver como la salud y vida de miles de puertorriqueños se pone en riesgo por una empresa empeñada en obtener ganancias millonarias desparramando cenizas tóxicas por las tierras cercanas de sus hogares.

Y el gobierno no atiende la protesta de los perjudicados protegiendo la acción irresponsable de la compañía cuyo único gran propósito es el lucro. Es vergonzoso que sea prioridad para un gobierno el enriquecimiento de una empresa privada a costas de la salud de nuestra gente. Típica actitud de la empresa privada cuya lealtad primaria es con su capital y su corporación. Tomen nota los que favorecen la privatización de nuestros servicios esenciales.

Claro que se han tornado violentas las protestas de quienes luchan por sus vidas y las de sus hijos y nietos. ¿Qué quieren? ¿Qué se crucen de brazos ante el abuso? Ah pero enseguida aparecen los documentos sagrados de la legalidad. Un analista por la televisión tranquilamente condena la agresión de un manifestante sobre uno de los camioneros porque “ese trabajador solo hace su trabajo y así hace cumplir la ley”. De leyes injustas estamos hasta la coronilla en Puerto Rico y basta mencionar dos: Las Leyes de Cabotaje y La Ley Promesa. ¿Cuál es el fundamento moral de esas leyes? El colonialismo. O sea el derecho de la fuerza.

PURA BASURA COLONIALISTA.

Oscar López Rivera se presentó en Peñuelas para obviamente darle apoyo moral a la protesta de sus compatriotas. Y un analista de la radio se atrevió condenar la presencia de Oscar en ese escenario alegando que “politizaba” la manifestación. Qué bemoles tiene este profesor que, además representó al Partido Popular en nuestra legislatura. Con populares como éste no hacen falta penepés. Oscar López sigue siendo una inspiración para nuestra nación que lucha en contra de los abusos del coloniaje capitalista. ¿O no? Sr. Rosa.

 Cuando uno piensa sobre como la Marina de los Estados Unidos estuvo bombardeando a Vieques y Culebra, destruyendo en gran medida la belleza de lo que siempre pudo haber sido el mayor y mejor recurso turístico de nuestro archipiélago, uno mejor entiende como en la década del 1940 el Partido Popular había VENDIDO esas tierras para que fueran inundadas de toda la porquería de bombas y misiles que todavía ensucian sus preciosas playas. Y ahora que nos libramos de ese estercolero militar no vamos a seguir doblegándonos ante los embates del capitalismo salvaje y abusador.

 NO A LAS CENIZAS TÓXICAS

 Y eso no es de ahora. Bien vale recordar como en la década del 1960 compañías mineras de los Estados Unidos compraban a precios ridículamente bajo la tierra de nuestra gente pobre en Adjuntas, Utuado y Lares procurando establecerse en esos predios utilizando el método de STRIP MINING, un proceso que amenazaba mortalmente nuestro eco sistema.

 La intervención de Vanguardia Popular y del MPI denunciando lo que hubiera sido una catástrofe en nuestro ambiente, evitó lo que hubiera sido un desastre para nuestra isla. Y tuvieron que irse a otra parte con sus proyectos de destrucción.

Si algún gobernador debe intervenir en este proyecto de las cenizas que ciertamente amenaza la salud de nuestra gente, ese debe ser Ricky Rosselló cuya vinculación con la ciencia y la medicina lo predispone a actuar en beneficio de su Pueblo y no en favor de empresas inescrupulosas que ponen en riesgo la salud de nuestra gente con tal de enriquecerse.

 Basta ya de estar sembrando basura tóxica en nuestra isla.