Valor y sacrificio
Cuando Pedro Albizu Campos identificó la patria puertorriqueña como VALOR Y SACRIFICIO, dibujaba, sin conocerlo, el rostro y figura de Oscar López Rivera.
Cuestionarse el patriotismo y la valía de Oscar López, su compromiso con la libertad de su nación y lo mucho que significaba para Puerto Rico y los puertorriqueños es una estupidez. Tan estúpido como tratar de obviar la importancia de su presencia en la isla, así como el día 17 de mayo cuando el patriota boricua se librará por fin del cautiverio de sus carceleros.
Con disgusto nauseabundo vi como comentaristas de nuestra política, no solamente hacían lo indecible por minimizar su figura y su liberación, sino que incluso se opusieron a que fuera liberado acusándolo de criminal que no merecía honores de héroe nacional.
Alegaban sus detractores que, por solamente ser Oscar miembro de la FALN, grupo que pretendía un Puerto Rico libre y al que se le imputaba una explosión en el Frances Tavern que mató a tres personas, era culpable de esos asesinatos. Oscar nada tuvo que ver con el atentado y de hecho no se le imputaron cargos de homicidio. Pero pasó 36 años encarcelado por supuestamente tratar de derrocar al gobierno de los Estados Unidos.
Aplicando esa misma lógica al Capitán Doolitle del Enola Gay, avión que dejó caer sobre Hiroshima la bomba atómica, hace tiempo que tanto Doolitle como el propio presidente Harry S Truman hubieran sido ajusticiados en la silla eléctrica.
Un conocido y cotizado comentarista radial en su programa del 17 de mayo tuvo el cuidado expreso y anti puertorriqueño de ni siquiera mencionar que ese día Oscar López Rivera transitaría libremente en su patria. Otro, en la televisión, se gastó el lujo de mostrar una encuesta en la que un 82 por ciento de los puertorriqueños, aquí y en Nueva York, se oponían a que el Desfile de los Puertorriqueños se le dedicara a Oscar.
Y claro ambos viven del patrocinio de nuestro Pueblo que les permite ganar buen dinero en nuestra patria. Ellos saben quienes son.