De recaudos, recortes y lecciones
El viernesen la tarde, el Departamento de Hacienda divulgaba los recaudos para el mes deabril. Pese a que los $1,181 millones recaudados por el Gobierno superaron un20% los resultados del mismo mes el año anterior, Hacienda admitió queestuvieron por debajo de lo estimado, por $442 millones.
Haciendaindicó además que los ingresos acumulados durante este añofiscal, de julio a abril, también están por debajo delestimado por $356 millones.
Estosdatos deben servir de alerta de que Puerto Rico tiene aún mucho trabajo porrealizar. Mientras la discusión del país sigue fragmentada ydesenfocada, la Isla muestra señales muy peligrosas que no están siendoatendidas con la agresividad que requieren.
Aúnsi no se hiciera un análisis exhaustivo sobre las medidas que se deberíantomar, los resultados divulgados por Hacienda el viernes en la tardedenotan claramente la necesidad que hay de seguir recortando el gastogubernamental y generando eficiencias.
Lasopciones se siguen cerrando. En el pasado era fácil recurrir a la emisión dedeuda. Tras la degradación crediticia a chatarra, esa opción se cerró.
En elpasado también era fácil inventar nuevos impuestos. Sin embargo, la claseempresarial puertorriqueña, tras ocho años de recesión y pagando una de lasfacturas energéticas más caras del mundo, no aguanta más impuestos.
Por ende,quedan pocas alternativas que aún no han sido explotadas al máximo. Los recortes de gasto, que no necesariamenteequivalen al despido de empleados, tienen que ser más agresivos. Si bienha quedado evidenciado que el equipo fiscal del Gobierno ha hecho detripas corazones con la situación actual, los propios números de Haciendaevidencian que tendrán que hacer más.
Lasconsolidaciones anunciadas son muy tímidas, considerando la situación que vivePuerto Rico. Los municipios tienen que sacrificar mucho más y el Gobiernotiene que hacer movidas fuertes para enderezar el País y no para ganar votos.El pasado ha demostrado que las medidas tomadas por otras administraciones,rojas y azules, no rindieron fruto. La oportunidad de oro de provocar uncambio real está latente. Es cuestión de aceptar el reto sin miedo aperder votos.
Trascelebrar ayer el Día de las Madres, no vendría mal recordar que cuando noscriaron, ellas tomaron decisiones con las que no estuvimos de acuerdo. Nos castigaron, nos repetían que apagáramos la luz, que no dejáramos labañera botando agua. No nos compraron todo lo que le pedimos y nosenseñaron la importancia de ahorrar. En el proceso nos molestamos con ellas,pero cuando crecimos nos dimos cuenta de que lo hicieron por nuestro propiobien y que eso nos ayudó a ser responsables, a ser más concienzudos. En fin, nos ayudaron a crecer. Ahora le toca a Puerto Ricocrecer.