El lujo en plena crisis
Tras más de una década de aspiraciones, estudios, planes de negocios, demandas y litigios, esta semana abrirá sus puertas uno de los proyectos que más expectativa y controversia ha levantado en el sector comercial de Puerto Rico en tiempos recientes: The Mall of San Juan.
Hoy en nuestra revista Negocios, de El Nuevo Día, ofrecemos una mirada a los planes de dicho centro comercial, incluyendo la oferta que tendrá una vez abra sus puertas este jueves, así como la visión de sus desarrolladores y de algunos de sus más importantes inquilinos, incluyendo Jamie Norsdstrom, quien habla en exclusiva sobre la llegada de la popular cadena estadounidense a suelo puertorriqueño.
Cabe señalar que, como parte del reportaje, tanto los desarrolladores, así como los inquilinos, abordan el tema de la economía de Puerto Rico y lo que piensan sobre los obstáculos que enfrenta la Isla en materia fiscal. Las contestaciones de los entrevistados podrían sorprender a muchos, considerando que las mismas vienen revestidas de optimismo. Un optimismo que de seguro chocará en las mentes de aquellos que, en repetidas ocasiones, han hecho eco de lo complicado que le podría resultar a dicho centro comercial abrir un concepto que le apuesta al lujo en plena crisis criolla. Los entrevistados afriman que han visto crisis ir y venir en múltiples mercados y distintas épocas.
Independiente del lado al que usted se incline, pocos pueden negar que Puerto Rico necesita un poco más de ese optimismo y de esa fe. De esa visión de que no todo está perdido, y de que vamos a salir adelante.
Ahora bien. Para que tanto The Mall of San Juan, como Plaza Las Américas, y los pequeños negocios del país puedan prosperar, Puerto Rico necesita atender de manera urgente la reactivación y el impulso de actividades económicas primarias y secundarias, que van desde la agricultura hasta la manufactura.
Al final del día, esas son las actividades que van a generar riqueza, al igual que el capital necesario para que el consumidor pueda ir a las tiendas a comprar.
Si Puerto Rico no sigue fortaleciendo esas actividades de forma exponencial, las actividades económicas terciarias como el comercio no podrán despegar. Necesitamos generar actividad productiva para poder seguir echando la Isla hacia adelante. Solo así, los comercios podrán seguir fortaleciéndose y creando nuevos empleos y oportunidades. Ese debería ser el verdadero debate cuando se hable de centros comerciales en Puerto Rico.