Frío
Una de las noticias más divulgadas en estos días es la relacionada con un frente de frío que a esta hora ya está sobre Florida. Algunas notas meteorológicas planteaban la posibilidad de que hasta nevara en este estado sureño cosa que no ocurre desde finales de la década del 1970.
Ese mismo sistema fue el que dejó caer nieve en áreas de Texas algo inusual en ese estado.
Con el anuncio, observé que en algunas tiendas colocaron en lugares prominentes de sus góndolas calentadores portátiles (heaters) y hasta unas curiosas chimeneas electrónicas que tienen empotrados unos televisores donde proyectan la llamita del fuego y hasta se escucha el chirrido de la madera cuando se va quemando.
También, para la venta, desplegaron sobre mesas toda clase de abrigos y camisas termales.
En Puerto Rico, cuando la rica brisa invernal se imponía y la temperatura bajaba a cerca de los 70 grados en algunos pueblos, me encantaba la idea de ponerme un abriguito y la cosa no pasaba de ahí. Acá algunas amistades me han preguntado si estoy preparado y no sé si exageran. Me preguntan si ya tengo listo el “coat”, si tengo guantes y me recomiendan que saque las bufandas y los gorros de lana. La Navidad aquí es, ciertamente más fría que la de mi Borinquen, pero parece que lo que se acerca lo será mucho, tanto que hasta los floridanos andan de preparativos.
Los pronósticos proyectan que, en mi zona, las temperaturas podrían bajar a los altos 30 grados. ¿Qué caiga nieve? Me encantaría, pero lo dudo.