Mercado
En estos días circuló por las redes sociales una imagen de un “shopper” que tenía el logo del supermercado Econo con el cual se anunciaba la apertura de un establecimiento aquí en Orlando.
La respuesta de la gente fue tan intensa que valía la pena leer muchos de los posts. Muchos celebraban y otros ya auguraban largas filas. Yo solo pensaba que, al fin, tendría un lugar donde podría conseguir las galletas Cameo pues, por alguna razón, aquí no se encuentran en casi ningún lugar. Son mi dulce favorito y me niego a entender por qué tal manjar de repostería es tan difícil de encontrar por estos lares.
La gente se organizaba a través de Facebook para llegar allí en “bonche”, otros salivaban pensando en los cortes de carne, en el pedazo de tocino para preparar arroz y en las patitas de cerdo para guisar unas habichuelitas. Pero otros se rompían la cabeza buscando la ubicación del establecimiento que ni siquiera aparecía registrado en Google Maps, donde uno encuentra de todo y de más.
Un portavoz de la empresa me aclaró que la información era falsa. No hay Econo en Orlando, no por ahora.
Los posts no cesaron aun cuando muchos cibernautas advertían de la falsedad de la información. ¿Por qué? Pienso que con más de un millón de boricuas en este estado, existen hace tiempo un mercado hambriento por consumir en la diáspora cualquier cosa que sepa a Borinquen.
Es un terreno que ya algunos aprovecharon con aparente éxito, como ha sido la apertura aquí de la cadena de sándwiches El Mesón o las tiendas Febus, entre otros.
En mi caso, con cerca de cuatro meses de haber aterrizado aquí, mi presencia en alguna rueda de prensa o entrevista luciendo mi polo con el logo de El Nuevo Día ha generado una variedad de comentarios que evidencian, por un lado, el reconocimiento de la marca, y por el otro, el deseo de que el medio le diera visibilidad en sus plataformas a este “otro Puerto Rico” aquí en la Florida Central que en verdad no es muy diferente al que ubica en la latitud 18.5.
La migración de puertorriqueños, que desde hace más de 10 años se ha intensificado, y que ahora se aceleró tras el paso de huracán María, ha mudado también para acá la pasión consumista boricua que busca productos y servicios con el toque puertorriqueño.