Seguimos a oscuras
La Autoridad de Energía Eléctrica dice que la reenergización tras el huracán María ya cubre al 93% del País, pero lo cierto es que hay miles y miles de abonados, incluso del área metropolitana, que no tienen luz seis meses después del paso del ciclón.
Sobrecoge a cualquiera una fotogalería publicada esta semana por El Nuevo Día (elnuevodia.com) que presenta una serie de fotos aéreas que se asemejan en un detalle: la oscuridad generalizada.
Impresionan especialmente dos fotos: una tomada en un sector de Bayamón en el que el único punto de luz es un negocio iluminado obviamente con un generador propio, y otra de una poblada zona metropolitana tomada desde el área de Comerío, totalmente a oscuras.
Le reclamaba recientemente la comisionada residente Jenniffer González a un alto funcionario del Cuerpo de Ingenieros del Ejército de Estados Unidos que la lentitud en los trabajos de restablecimiento del servicio eléctrico en Puerto Rico era inaceptable. Y dramatizaba su reclamo instándole a que imaginara lo que pasara si la situación estuviera dándose en el estado de Connecticut en vez de Puerto Rico.
Tal posibilidad es inconcebible, naturalmente. Seis meses sin una normalización del sistema energético raya en el insulto.
Pero no es solo el Cuerpo de Ingenieros el que debe ser señalado como responsable en esta crisis. Esa entidad, igual que la Agencia Federal para el Manejo de Emergencias (FEMA) y otros organismos federales, han arrastrado los pies, sin duda. Pero el escenario se montó primero en Puerto Rico con el manejo irresponsable de los recursos en la AEE, la falta de inventario, la politiquería, los contratos otorgados por amiguismo.
La “joya de la corona” se convirtió hace tiempo en una burda imitación. Así nos alcanzó María, y así perdimos la poca credibilidad que le quedaba a un gobierno que había declarado impagable su deuda mucho antes de que soplaran los vientos de tormenta.
Si, como informa la AEE, el sistema tiene 1,500,000 abonados y el 93% tiene servicio de electricidad, existirían todavía 105,000 abonados sin luz. El abonado es el responsable de la factura, no el núcleo familiar, por lo que el 7% faltante se traduciría en más de 300,000 personas que siguen a oscuras desde María o, en algunos casos, desde dos semanas antes, cuando nos rozó por el norte el huracán Irma.
Cuando miramos las fotos aéreas de El Nuevo Día, tenemos que preguntarnos cuán confiables son los números de la AEE. Si se estima que la población de Bayamón, que tiene aún extensas zonas a oscuras, es de alrededor de 240,000 habitantes, parece obvio que seguimos negando lo evidente.
La oscuridad sigue reinando en Puerto Rico y no bastará encender el interruptor para que se haga la luz.