¿La candidata al mando?
Si todos los que sabían que el Negociado de Manejo de Emergencias retenía indebidamente enormes cantidades de ayuda desde el huracán María hasta ahora levantaran la mano, nos quedamos sin gobierno.
En sentido literal, porque figurativamente lo estamos desde que la administración de Ricardo Rosselló colapsó el verano pasado sin que muchos de sus integrantes, Wanda Vázquez incluida, hayan querido darse por aludidos.
Cuando Rosselló tuvo que renunciar a la gobernación faltándole 17 meses para que expirara su término, correspondía a todo su gabinete, sin excepción, dimitir junto a su jefe.
Pero la mayoría no se movió. Hasta a aquellos que habían sido sorprendidos burlándose del país en un vergonzoso chat en la red Telegram les costó reconocer que su poder había llegado a su fin.
Algunos posiblemente sigan sin reconocerlo, si es cierto lo que se dice de que continúan moviendo sus hilos demasiado cerca de la Fortaleza de la ahora gobernadora Vázquez.
¿Sabemos qué hacen en la actualidad los integrantes de aquel infame chat? Los ciudadanos deberían tener la certeza de que ninguno ocupa posición alguna de poder y/o beneficio económico o de otra índole en algo que se relacione con fondos públicos.
La cuestión es que el gabinete de Rosselló, en esencia, permaneció inalterado. Y que ha sido Vázquez quien ha ido despidiendo directamente o presionando para que renuncien algunos de ellos.
Este fin de semana, tras el descubrimiento del almacén de suministros que el Nmead mantenía oculto en Ponce, tres jefes de agencias fueron despedidos fulminantemente por la gobernadora. Carlos Acevedo tenía que salir del Nmead, pero los motivos para botar a los secretarios de la Vivienda y de la Familia podrían no estar exclusivamente atados al hallazgo del almacén.
En julio pasado, el ahora extitular de Vivienda, Fernando Gil Enseñat, acusó públicamente al todopoderoso asesor de Rosselló, Elías Sánchez, de haber pretendido presionarle para favorecer a un cliente que había perdido una subasta.
El sábado, apenas tres días después de que Vázquez designara a la jefa de una dependencia de Familia como su delegada en Peñuelas para la emergencia provocada por el terremoto del 7 de enero y sus constantes réplicas, la ahora extitular de Familia, Glorimar Ándujar, la removió de su cargo dizque por una querella en su contra.
No sabemos qué supo Vázquez, ni cuándo, sobre el incidente de Sánchez en Vivienda, ocurrido unas semanas antes de que asumiera la gobernación, ni si tomó alguna acción entonces en calidad de secretaria de Justicia. Tampoco sabemos porqué Ándujar no informó a la gobernadora sobre la querella contra Surima Quiñones antes de que se le nombrara delegada en Peñuelas.
Se especula que Ándujar y Gil Enseñat pudieran haber sido identificados como partidarios de Pedro Pierluisi en la lucha primarista por la nominación del Partido Nuevo Progresista. Y que, en consecuencia, la candidata Vázquez ha influido en las decisiones de la gobernadora Vázquez.
No lo sabemos, pero lo cierto es que faltan explicaciones en torno a la salida de ambos funcionarios. Vázquez ha dicho que le mintieron, pero no ha dicho en qué exactamente.
El caso es que si la regla es que no se dicen mentiras, debe ser igual para todos, empezando por la propia gobernadora.