Estrechar relaciones
“El tiempo de la reflexión es una economía de tiempo”. Publio Siro
Cada vez vemos más “algarabía” en las redes sociales, en la información valiosa o graciosa que se comparte. A mí me encanta. Sin embargo, he escuchado a muchos de los adultos mayores decir una y otra vez: “Ya no me llaman aunque tienen teléfono” o “le hacen más caso al Facebook que a mí, ¿qué tiene de importante que le prestan tanta atención”? Por eso, hoy quiero compartir algunas ideas para que estreches la relación con tu ser querido.
¡Ideas!
- ¿Y qué será de la vida de fulano…? Saca un rato para buscar en la libreta de direcciones de tu ser querido que debes tener en alguna gaveta, para que selecciones un nombre de los anotados, ya sea por orden alfabético o al azar. Pregúntale a tu ser querido cómo se conocieron o pídele que te comente alguna anécdota. Escucha con atención y pon en silencio tu teléfono para evitar distracciones. Si tiene alguna historia que contar, muestra interés y realiza anotaciones de su historia.
2. No dejes que el televisor o la radio le cuente cada acontecimiento importante a tu ser querido. Ten en cuenta que a veces los noticiarios son sensacionalistas y recuerda que hay programas de rumores o chismes que no conducen a nada. Tanta noticia podría abrumar a nuestro ser querido. Controla los horarios; durante las noticias y los chismes, pon canciones del ayer para tener una mayor calidad de vida.
3. ¡La siesta! Yo aprovechaba la hora de la siesta de mami para también descansar y recobrar energías. Puedes realizar ejercicios de relajación, respiración y dejar a un lado las notificaciones de los medios sociales durante el horario de la siesta.
4. En la medida que puedas, realicen una leve caminata por el vecindario para cambiar de panorama. Cuando nuestros padres ya no pueden caminar o su paso es lento, les cuesta muchísimo trabajo aceptar que le ayudemos. Tómalo con calma, háblale desde el corazón y dile que comprendes que no es fácil, pero que deseas reciprocar un poquito todo lo que él o ella hizo por ti. Recuerda que pueden hacer ejercicios sentados y compartir adivinanzas para ejercitar la mente.
5. ¡Postales! Envíen postales a sus familiares, en cualquier temporada del año. Les sorprenderá la alegría de la persona que la reciba, más la satisfacción de ustedes por provocarla. Una notita, un saludo, la receta de la abuela o un ‘te quiero’ son tesoros para el alma. Y en reciprocidad, recibirán una visita o esa llamada tan esperada.
6. ¡Pijamas Party! Recuerdo un día que mami no se sentía bien y decidimos quedarnos todos en su casa en pijamas. Los nietos lo disfrutaron muchísimo y ella más. Fue un símbolo de solidaridad que nos brindó alegría, a pesar de los pesares.
Antes de despedirme, te invito a que explores aplicaciones de ejercicios para la mente que puedes realizar junto a tu ser querido. Tanto el cuidador como el paciente deben ejercitar su mente.
La aplicación recomendada hoy se llama Lumosity y también puedes usarla desde tu computadora: www.lumosity.com
Lumosity evalúa nuestra agilidad mental para poder ofrecernos un programa personalizado orientado a desarrollar 5 áreas diferentes de nuestra mente:
• la memoria
• la atención
• la flexibilidad mental
• la velocidad de procesamiento de información
• y la resolución de problemas.
👀Recuerda: Conversa y cuenta con tu ser querido, no es un/a niño/a, aunque ahora dependa de tus cuidados. Mami siempre me recordaba que son adultos que necesitan nuestra empatía, comprensión y amor.
Importante: “Es más importante conseguir la paz, que tener la razón” – sacerdote Enrique Silvestre. Evite las discusiones frente a su ser querido. No lo haga sentir peor de lo que ya se siente.
Glosario de hoy:
- Aplicaciones: Programas de computación dirigidos a un área específica; a menudo son básicos, de rápido y fácil uso para el usuario desde el móvil o su tableta. ¡Las aplicaciones nos facilitan los días! Recuerda que la mayoría son gratis, pero tendrán anuncios; NO le des clic a los anuncios.
Continúa adelante… ¡Bendiciones!
Tu nueva amiga cibernética,
Tere Montes, la hija de Don Pepe y Doña Carmiña