Meses han de pasar y Gabriela llevaba queriendo contarles a todos sus experiencias.

Como bien ella decía, “las cosas en Orlando se estaban poniendo mal”; o por lo menos donde ella se encontraba. A finales de febrero se quedó desempleada. No obstante, fue porque la compañía en la que trabajaba se fue en bancarrota. ¡¿BANCARROTA?! Pues sí, como escuchó. Cómo Gaby dice, “muchas compañías se han ido de los “malls” o “shoppings”” Pero a las demás personas se les olvida los muchos empleados que se quedan sin trabajo, entre ellas, Gabriela. Durante ese tiempo decidió no volver a trabajar hasta terminar su universidad. Pero como deben saber, en Estados Unidos le cobraban hasta por estornudar.

Estuvo en búsqueda de trabajo durante una semana y media. Había solicitado empleo en megatiendas por su pasada experiencia en una tienda de ropa; solicitó en restaurantes, hoteles, “fast foods”, entre otros. Hasta que un compañero de salón, Alexis, le comentó que en el nuevo parque de Universal estaban aceptando aplicaciones. Hizo el intento en llenar la aplicación e inmediatamente recibió un email para una entrevista. Gracias a Dios todo fluyó, logró pasar su entrevista y tuvo el privilegio de ser parte de la inmensa familia de salvavidas en Volcano Bay.

Todo iba maravillosamente hasta el día del “Grand Opening” en Volcano Bay. Gaby tuvo un pequeño percance por un fallo de comunicación entre los líderes y recursos humanos, el cual causó un intento en cambio de puesto.  No lo lograron, pero si lograron destrozarle una hermosa experiencia con la compañía. Intentaron bajarle el sueldo. ¡¿Qué queee?! Pues sí. Nunca aceptó tan ingrata propuesta y no tuvo otro remedio que entregar su “nametag” a cabo de dos semanas justo cuando terminaba uno de sus semestres en la Universidad de Orlando.

Después de esa experiencia decidió pensar en lo mejor para ella, sus estudios. ¿Cómo puede ser que aún no haya terminado? Por perder treinta créditos en el transfer de la universidad anterior a Valencia College (Orlando). Decidió regresar a sus raíces y terminar lo que con tanto esfuerzo anhelaba terminar. Su bachillerato en Artes Plásticas. Una de sus metas siempre fue, y será, la Escuela de Artes Plásticas de San Juan. Mientras tanto, ella regresó a su agraciado pueblo y da comienzo a su último año de bachillerato en el prestigioso Recinto Universitario de Mayagüez.