Todos los días alguien me recomienda que vea la película CONCUSSIONS que protagoniza Will Smith y que enfoca el problema de lesiones cerebrales que ocurren en el deporte del ‘Football’ americano. Sí, el del Super Bowl.

Hace unas semanas escribí sobre el tema en un blog titulado CONTUSIONES. Me motivó unos documentales presentados por el Dr. Sanjay Gupta de CNN, pero les confieso que hace tiempo vengo criticando los deportes en el que se desarrolla una violencia extrema o el practicante se expone a graves lesiones y hasta a morir en la competencia. El boxeo es el ejemplo clásico de la violencia legalizada con el agravante de que es el propósito del mismo incapacitar al adversario para ganar.

Ese no es el caso en el ‘Football’. Se trata de dos equipos y una trama de juego interesante que culmina con mover el balón hasta llevarlo al área de ‘touchdown’ y así, en la competencia, vence el equipo que más punto acumule. O sea, no se trata de incapacitar al adversario, aunque en una hora de juego se producen cantidad de golpes, algunos de ellos a la cabeza de los jugadores. El casco que la protege no evita que haya contusiones que ‘mueven’ la masa cerebral y a ese choque se le llama en inglés: Concussions. Y es seria la preocupación de neurólogos sobre cómo estos golpes a la cabeza pueden desarrollarse en traumas que con el tiempo afectan la función cerebral afectando seriamente la salud del paciente que incluso puede sufrir cambios de personalidad que le hagan más agresivos.

El filme Concussions dramatiza en cinemascope lo que tenemos en la balanza de valores. Por un lado, la tradición centenaria de lo que constituye el deporte que más apasiona a los ‘americanos’ y por otro la salud de quienes lo practican desde la adolescencia.

Y eso es mucho decir, pero más aún lo es identificar al Football como una industria multibillonaria en dólares y una muy apreciada por una sociedad que ve en este deporte cualidades que admira como lo son el arrojo y el infinito deseo de imponerse en la competencia. “winning is everything” sermoneaba el apóstol Lombardi con los Green Bay Packers.

No hay que ser médico para saber que golpes en la cabeza como se ven con frecuencia en los campos de Football prometen consecuencias peligrosas en los cerebros que reciben los impactos. Y hace tiempo que se viene bregando con el asunto en las ligas profesionales y en las universitarias. Ya en la Escuela Superior el Football en Estados Unidos es el deporte que más atrae la atención de los jóvenes ‘americanos’ y de los deportistas; tan es así, que el héroe de la escuela casi siempre es la ‘estrella’ en ese deporte. No obstante, son muchos los padres que procuran evitar que sus hijos se expongan a los riesgos de salud física y mental que enfrenta un futbolista.

Pero en muchos casos prevalece la importancia de la fama y el dinero que significa ese estrellato para que este deporte tan y tan bien apreciado y cotizado siempre cuente con millones de practicantes (y de todas las edades). La película nos deja en suspenso sobre el problema aunque en Puerto Rico hemos sido lo suficientemente inteligentes para no incluir en nuestra agenda deportiva el Football ‘americano’.

Muchos médicos e instituciones dedicadas a investigar el desarrollo de enfermedades mentales en deportes violentos han encontrado que la prueba del CTE, que identifica esa condición, dio positiva en 94 de 96 autopsias. Pero repito, bastaría con ver como se golpean esas cabezas en los partidos para entender esos resultados. Y pensar que el Football se practica en las escuelas pre universitarias, pueden imaginarse la cantidad de adolescentes (de 13 a 16 años) que lo han venido practicando exponiéndose constantemente a los peligros señalados y tan explícitamente ilustrados en la película CONCUSSIONS.

Las demandas en contra de las ligas profesionales han sido billonarias y todo indica que aumentarán en la medida en que se siga escribiendo sobre el tema.  Corresponde a los padres ejercer su autoridad de manera vehemente para prohibirle a su hijo que practique este deporte. Si lo dejamos a su libre albedrio, el muchacho sucumbirá a los ‘cantos de Sirena’ que son la fama y el dinero. No hay espectáculo más esperado y visto que el Super Bowl con el que culmina la temporada de las ligas profesionales de Football. Resulta incomprensible como las universidades de los Estados Unidos fomentan un deporte que supone tanto riesgo para la juventud ‘americana’. Espero que la clara exposición a ese riesgo que vemos y se explica en la película CONCUSSIONS contribuya a mejores decisiones en las familias ‘americanas’.  Y que con el tiempo, las universidades eliminarán el Football de su programa deportivo porque la salud de nuestros jóvenes no es negociable.