Desde el Hospital
Primero: las enfermeras. Gracias. Luego, agradecer a los mecánicos de hospitalización. Y finalmente a los médicos. Este pequeño ejército de sanación le pide al paciente una sola cosa: cooperación. Primero presencia, segundo paciencia. Y trabajaremos todos sobre un armazón: el Hospital San Pablo aquí en Bayamón.
Por tu bien, todo esto por tu bien; desde los tiempos cuando tuve madre no me repetían ese saludo tan cariñoso. Nunca lo tuve a bien puesto que no sabía el por qué de que lo que fuera me haría algún bien. Escribo saliendo porque pacientando no hay tiempo ni siquiera para sufrir pensando en otra cosa que no sea sobrevivir, salir y mover el esquelto.
Tan pronto lo hago, llego. ¿Llego a qué? A la noticia. Llegamos 4to en México. ¿Desastre? ¡Qué va! Éxito por amor al arte. Nunca vi a un Equipo Nacional boricua disminuído y herido y tan gallardamente superarse. Nunca había sido Puerto Rico tan bien representado en cría, propósito y el fin logrado. Unidos seguimos Barea, Beltrán, Pitino y el cuadro. Y ahora: a reir.
Jajaja. Algunos rien. ¿A ganarse a quién? Al que se nos cruce en el terraplén. Serbios, griegos y franceses y ya veremos si nos tocan angoleses. ¡Qué tostón! Grita la cátedra; puras sandeces.
Pitino se queda o debe quedarse. Con otro mentor habría que acoplarse y es tiempo valioso a no regalarse. Alea Jacta Est.
Carlos Beltrán debe seguir. Y su gran encomienda cumplir. Ya Carlos conoce las artes de un mundial y todos sus apartes. Por eso no vale pena cambiar lo que hasta ahora nos sirve no sea que al tiempo nos prive de un feliz repechar.
¿Y yo? A sobrevivir.